❝𝐺𝑖𝑚𝑒 𝑀𝑖 𝑁𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒❞

Cap. 8.

Unica testigo de el pecado cometido era la luna, aquella luz entrando por la gran ventana de aquella habitacion donde me encontraba yo de rodillas haciendo un oral a mi daddy.

¿En que momento llegue hasta aqui?

Es una buena pregunta que hasta yo quisiera saber la respuesta.

-A-Ah... J-Jungkook- Jadeo tomandome de los cabellos.

Lami el glande de arriba abajo como si de una paleta se tratase, subi hasta la punta de su miembro ya erecto donde con mi lengua comence a hacer pequeños circulos.

-Joder Jungkook quien te enseño a hacer eso.... -Gruño.

Esta es la primera vez que le hago un oral a Tae, pero en mi vida no es la primera vez que lo hago.

Mi vida antes de conocer a Tae no fue facil....

Pase a meter todo su miembro a mi boca, hundia mis mejias tieniendo su miembro en mi boca haciendo un sonido excitante a los oidos del contrario, usando cada vez mas mi lengua dejando mojado toda su longitud.

Senti como me tomo mas fuerte de los cabellos dandome a entender que esto le gustaba.

Saque y meti su miembro de mi boca una y otra vez simulando embestidas.

Deje eso para dedicarme a lamer solo la punta mientras que con mi mano acariciaba el resto de su miembro.

En poco tiempo termino corriendose manchando parte de mi rostro, lo que habia quedado en mi boca lo trague saboreando aquel liquido espeso.

Lo mire con una carita inocente provocandolo mas.

-Deja de verme asi o juro que te partire en dos - Tomo mi menton.

-Hagalo- Me levante del suelo sentandome en  regazo - Partame en dos -

Como siempre... ¿Lo dije o lo pense?

-Esperaba a que dijeras eso-

Sin avisar me tumbo a la cama quedando boca abajo

Tomo mis caderas elevando a su gusto mi trasero.

Unicas prendas que me acompañaban era una camisa de el mismo y unos boxer.

Desde que empece a vivir con el me acostumbre a usar sus camisas para dormir, asi cuando el aun no ha llegado del trabajo puedo sentirlo conmigo por medio del olor que desperenden sus prendas.

Retiro mi boxer aventandolo a algun lugar de la habitacion.

El tacto de sus manos acariciando mis gluteos, masajeandolos a su antojo provocandome un gran sonrojo en mis mejias el cual el no podia ver.

Dios...esto es vergonzoso.

Al menos para mi.

Se inclino un poco quedando cerca de mi oreja.

-Te dije que te iba a castigar- Mordio el lovulo de esta -Y eso are -

Al finalizar dichas palabras senti un ardor en mi gluteo, doloroso pero a la vez placentero.

Uno mas, seguramente dejando su gran mano marcada en este.

Sin avisar metio de una embestida su miembro, deje salir un fuerte jadeo de dolor.

Acaricio sutilmente mis gluteos esperando a que me acostumbre.

Una vez que me acostumbre yo mismo movi mis caderas dandole el permiso a el de moverse.

Y asi lo hizo empezo con embestidas suaves pero profundas.

Dolia no lo niego, pero ese dolor poco a poco se conviritio en placer.