Una y mil veces más [Songfic GiyuuTan]

Una y mil veces más

-Nota de la autora-

Antes de comenzar la lectura quiero señalar dos cosas. Primero, que en todas las veces que se re encuentran en la vida, lo hacen un día de invierno con nieve de por medio. Pues bien, eso es algo que quise mantener de cuando ellos se conocen en el manga porque a mi ese momento me resulta crucial. Y segundo es que la primer y última parte están relacionadas a dos fics que tengo pensado en escribir. Uno es ambientado en el período Edo (en proceso de escritura) y el otro es un AU moderno del que sólo tengo una idea esbozada pero que, tarde o temprano, lo escribiré. Así que este escrito funcionaría como nexo entre mis historias y el manga original.

Ahora sí, los dejo leer este engendro que salio.

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En tiempos de antaño, cuando no tenía nada ni a nadie, tan sólo mi espada y mis pies para seguir caminando hacia un rumbo incierto, nos encontramos. Y mi vida cambió para siempre. Sobre el suelo había algunos pequeños montículos de nieve que, con tu sola presencia, parecían derretirse. Fue un encuentro extraño y fugaz aunque, de alguna manera misteriosa, sabíamos que ya nos conocíamos.

Nos amamos una noche, después de haberte visto actuando sobre el escenario. Te veías tan grácil y etéreo que sentí la dicha de estar vivo por primera vez en años. Mi cuerpo y alma se derritieron como la nieve sobre el suelo que pisaba aquel día de nuestro primer encuentro.

Y ya no estuve solo. Sabía que en esta y en otras vidas, renaceríamos para vivir una vez más nuestro amor.

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Hace mucho tiempo atrás, en un día gélido de invierno mientras caía la nieve sin cesar, yo blandía mi espada implacablemente contra la cabeza de tu hermana, un demonio, a quien protegiste heroicamente con todas tus fuerzas. Te enfrentaste a mí aun sabiéndote en desventaja. Supe entonces que no eras alguien ordinario. Me vi a mí mismo reflejado en tus ojos. Desde aquel momento, ya nada fue igual. Y, una vez más, la calidez de tu ser fue rompiendo poquito a poco la coraza que había construido para mantenerme alejado del dolor del mundo. Me sentí feliz.

Los días y las noches transcurrieron una tras otra. Fueron dichosos los momentos compartidos a tu lado pero el peligro de los demonios era inminente, siempre acechando entre las sombras de la noche. Luchamos codo a codo contra esos seres, perdiendo a más de un amigo en el camino. Y fue difícil; aún más difícil fue cuando aquél fatídico día, mientras se asomaba el alba en el horizonte, tu corazón dejó de latir. Y de repente todo se hizo gris. Lloré y lamenté no haber sido capaz de protegerte. Juré que en nuestra próxima vida, no volvería a cometer el mismo error. Porque estaba seguro que te volvería a encontrar, en otro tiempo, en otro cuerpo, en otras circunstancias.

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El día estaba helado. La nieve había caído continuamente durante la noche acumulándose por todas partes. Los rayos de sol eran muy tenues y no alcanzaban a dar calor suficiente. Salí a hacer algunas compras al mini mercado del barrio. De regreso, encontré en el pequeño parque cerca de casa a muchos niños risueños con sus padres jugando a lanzarse bolas de nieve. Me detuve por un segundo a observar el panorama. Sobre la superficie blanca y algo gris del paisaje resaltaban varios gorritos y chaquetas de vivos colores. Era una vista realmente agradable. De repente, algo cayó sobre mi cabeza lo que hizo que despertara de mis cavilaciones. Alguien había lanzado una de sus bolas de nieve sobre mí. Al girarme sobre los pies para encontrar al culpable, divisé que un chico, quizás de no más de quince o dieciséis años, se acercaba corriendo hacia donde me encontraba parado. Algo agitado dijo — ¡Lo siento mucho!, ¡Fue mi culpa, no me di cuenta que usted estaba aquí! ¡Por favor, perdóneme!— Y cuando éste levantó la cabeza, el tiempo se detuvo. Nuestras miradas se encontraron y, sin mediar palabra, supimos que nos volvíamos a encontrar. Dando un nuevo comienzo al ciclo de la vida que nos mantenía unidos.

FIN