c u a t r o

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TaeHyung miró su celular por unos segundos, mordió su labio inferior y se recostó en el respaldar de su silla.

Dos semanas.

Dos semanas era el tiempo que había pasado desde que supo algo de HoSeok. Fue en realidad, la última vez que lo vio... No quería relacionar el ambiente y el estado de ánimo de HoSeok con las dos semanas en las que no lo había contactado ni había respondido las pocas llamadas que se atrevió a hacer, pero, ¿y si así era?

HoSeok había actuado raro ese día, TaeHyung se había asustado al verlo sin saber porqué con exactitud, su cuerpo solo lo sintió y quiso consolarlo de inmediato. HoSeok se veía deprimido y hasta parecía desesperado. TaeHyung lo había mantenido lo más cerca posible, quería aligerar cualquiera que fuera la carga con la que HoSeok estaba lidiando.

En las últimas semanas lo conoció más a fondo, a veces la actitud distante que HoSeok trataba de mantener cuando estaba alrededor de él se tambaleaba y dejaba entrever un poco su verdadera naturaleza. HoSeok era gentil, y juguetón, le gustaba cuando TaeHyung lo acariciaba con dulzura, era bastante divertido, aunque pocas veces pasaban momentos en los que no podían contener la risa.

Se preguntó si HoSeok notaba lo mucho que hablaba en sus llamadas. TaeHyung no tenía problema con eso, pero le parecía extraño que cuando se encontraban HoSeok pareciera otra persona; como si HoSeok nunca le hubiese hablado de sus pensamientos acerca de su habilidad desde que comenzó a desallorarla. O de como se sentía cuando lograba liberar a alguien de un vínculo no deseado con mucha facilidad. A HoSeok le gustaba ayudar a las personas, disfrutaba usar su habilidad, sentirse útil aunque la mayoría del tiempo estuviera odiando haberla heredado.

HoSeok era sensible y solitario.

TaeHyung sintió la anhelante necesidad de abrazarlo. Aquél día había estado tan frágil y maleable que abrazarlo y acariciarlo había sido tan fácil. De alguna manera él también pudo desahogarse, sintió que por primera vez HoSeok no tenía ningún deseo de apartarlo o alejarse. Simplemente estaba ahí, recostado en su pecho, disfrutando de sus caricias y besos suaves.

A TaeHyung no le importaría volver a hacerlo. Estaba bien con eso, incluso si solo era para distraerse de su soledad; estaba bien independientemente de cuántas veces lo usara.

Estar a su lado era lo suficientemente bueno, TaeHyung no necesitaba una persona predestinada, y se había propuesto ignorar a HoSeok cada que le recordara que nada más allá de algo intrascendente podía ocurrir entre ellos, cuando era claro que estaba ocurriendo. Dejaría que HoSeok creyera que todo estaba bien, y transcurriendo como debería ser. Aunque a veces no podía ocultarlo, terminaba con una mirada de advertencia por parte de HoSeok.

Mirando su celular de nuevo se preguntó si debería llamarlo, nunca antes le había tocado hacerlo, HoSeok era constante, por lo que solo se había limitado a llamarlo 5 veces en esas dos semanas. Quería respetar aunque sea una de las reglas impuestas. También estaba preocupado, ¿y si solo estaba divagando entre suposiciones mientras HoSeok estaba en algún hospital, en coma, o quizá había muerto?

Seguiría haciendo suposiciones.

Como si el destino pudiese leer sus pensamientos y necesitara detenerlos; entró una llamada de HoSeok.

-¿Dónde has estado? - TaeHyung preguntó y se pegó una cachetada mental, preguntarlo de esa manera había sonado muy exigente, por un segundo esperó a que HoSeok lo mandara a la mierda pero no fue así.

-¿A qué horas saldrás hoy?

Su voz se escuchaba extraña después de tanto tiempo.

-Puedo salir ya mismo, no tengo mucho trabajo, ¿dónde?

Destino; VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora