Lo mejor que alguna vez fue mio - Kaylor

[CAPÍTULO 38]

Cuando Karlie regresa al hospital una semana después para que le quiten los puntos, Taylor la acompaña.

 Se sientan en las sillas gastadas de la sala de espera, esperando que el médico termine con otro paciente. Taylor se concentra en la mano de Karlie mientras expertamente pasa un sharpie sobre el vendaje de Karlie.

 Después de unos minutos, se sienta y deja que sus dedos tracen suavemente sobre el dibujo del gato que acaba de dibujar.

"Esto resultó realmente agradable" dice feliz y mira a Karlie, quien se ríe.

"Lo hizo. Es una lástima que esté a punto de ser tirado "

"Está bien, dibujaré algo más en el próximo"

Los ojos de Taylor vuelven al dibujo mientras traza el contorno con el dedo. La ligereza del toque de Taylor hace que la mano de Karlie le haga cosquillas y se resiste al impulso de apartar la mano de Taylor.

"Sabes que no tienes que venir conmigo para esto" dice Karlie suavemente.

"Lo sé" Taylor responde sin mirarla. “Solo quería pasar el día contigo. No es como si tuviera otros planes "

Sus ojos se encuentran con los de Karlie ahora junto con una sonrisa amorosa.

Karlie puede sentir sus propios ojos bailando en la cara de Taylor y no puede no devolver la sonrisa, especialmente cuando la sonrisa es tan hermosa como la de Taylor.

"¿Esa es Taylor Swift?" alguien susurra en el fondo y Karlie vuelve la cabeza en dirección al susurro. 

Es imposible saber qué persona lo murmuró pero varias cabezas se giran hacia ellos, su curiosidad rebota en ellos mientras miran de Taylor a Karlie a los dos guardias de seguridad sentados a ambos lados de ellas

"Debemos parecer tan intimidantes en este momento" se ríe Karlie.

"No es tan intimidante" dice Taylor y asiente con la cabeza hacia una chica que parece de unos 7 años caminando hacia ellas con un yeso en el brazo.

"Hola cariño" dice Taylor cuando se para frente a ellas. "¿Cuál es tu nombre?"

"Ella" dice la chica con una sonrisa

“Ese es un nombre bonito. Tengo una amiga llamada Ella, en realidad"

"Yo también tengo una, ella vive al lado". Extendiendo su brazo, ella sonríe de nuevo, revelando un diente frontal perdido. "¿Puedes firmar mi brazo?"

"¿Te quitarán el yeso hoy?"

"No" la niña se ríe.

“Está bien, entonces puedo firmarlo. No hubiera sido divertido si no pudieras mostrar a tus amigos en la escuela mañana, ¿verdad?" Taylor excava su bolso por un segundo y encuentra el marcador que solía dibujar en el vendaje de Karlie.

Unos minutos más tarde, la niña está radiante de alegría mientras corre hacia su madre sentada en el otro extremo de la habitación, su yeso presenta un dibujo similar al de la mano de Karlie.

"Creo que le alegraste el día" comenta Karlie y le da un besito en la mejilla a Taylor.

Segundos después son interrumpidos por una enfermera que se les acerca.