CAPÍTULO 3 ( Frente a frente )

12K 1.6K 804
                                    

Suspiró pesadamente.

Bajó del lujoso auto e indicó a su chofer que regresara cuando él lo llamara. Hubiera sido más fácil que lo dejaran en la puerta de la que alguna vez fue su casa, pero quería recorrer esa calle otra vez. Como en su infancia. Como cuando en bicicleta manejaba toda aquella trayectoria hasta la siguiente cuadra o como cuando corría para jugar a los atrapados con sus amigos de barrio.

Como hace tantos años ya.

Todo el silecio le sorprendió demasiado. Su calle solía ser la más escandalosa y bulliciosa del pueblito, por lo que encontrarse con tanto silencio en un viernes, le sorprendió con demasía. Siguió caminando recordando tantas cosas y a las personas que vivían en cada una de aquellas casas que ahora lucían diferentes.

Miró su pasado en cada paso.

Cuántas cosas cambiaron en todos esos años que él sabía, no volverían. Miró otra vez y se emocionó al recordar a aquella gente querida que lamentablemente no volvería a abrazar. O esperaba que sí. Moría por contarles sus aventuras y desventuras. Estaba por llegar a su casa, a ese hogar que dejó cuando a penas era un crío, un niño soñador que se fue por un futuro mejor y que logró lo que se propuso.

Aunque a un alto costo.

Y cuando estaba por llegar, el silencio que lo había acompañado en todo el recorrido desapareció pues un par de casas más abajo, se escuchaba una fiesta sin igual. Pensó que tal vez por eso las calles estaban vacías y las casas silenciosas. Todos seguramente estaban en aquella casa, juntos como la familia que eran.

Y seguramente él estaba ahí también.

Miró al frente y ahí estaba su casa. Su bella casita que parecía tener nuevos arreflos y hasta tenía un nuevo   color. La entrada seguía teniendo las margaritas que su mamá amaba tanto y que había puesto ahí, porque a cierto niño rubiesito de ojos chiquitos, le gustaba. Su corazón latió con fuerza mientras avanzaba cada vez un poco más. Cómo habían pasado los años. Cómo había cambiado la vida que creyó no extrañaría y que malditamente había sido todo lo contrario.

Sueños que son dolor.

Cuando se fue hace más de 10 años creyó que todo sería fácil. Incluso el dejarlo a él. Pero se equivocó. El dolor creciente de su alma herida le dejaba una sola salida: Regresar. Y es que no, él no quizo separarse de su gran amor. Jamás quiso abandonarlo solo a su suerte sin decir adiós. Solo tenía sueños, metas diferentes. Quería vivir.

Volar.

Aunque eso significase dejarlo a él atrás. Sufrió. Sufrió porque no lo tenía junto a él, acariciándole la espalda, dándole un beso fugaz, siendo luz para sus ojos. Al recordarlo cada maldito día de su vida, por sus mejillas caían las lágrimas. Lágrimas por aquel a quién llamaba "su eterno amor". Lo quería tanto, lo extrañaba como a nada. Tanto que fue imposible, realmente imposible volver a querer a alguien más.

Aunque ya tuviera un hijo.

Sí, en un vago intento por olvidarlo y continuar su vida, se había casado y había tenido un hijo. La hermosa mujer que los últimos años había estado a su lado, al final lo persuadió hasta obtener lo que creyó felicidad. No se lo pudo dar. Solo le dio un hijo que hoy ya tenía cinco años y que se había quedado con su madre tras un acuerdo mutuo en el divorcio.

Quería volver a verlo.

Como nunca pudo dejar de amarle y fracasó en todo intento de olvidarle, regresó. Aunque en algún momento estuvo resignado a vivir sin él, hoy había llegado a su pueblito. Y nada lo detendría. Le pediría al amor de su vida que ya no le negase más aquellos sueños de un chiquillo tonto, pues hoy ya tenía lo que quería para llevarlo a recorrer el mundo con aquella fortuna que él mismo creó.

ʜᴏᴊᴀ ᴇɴ ʙʟᴀɴᴄᴏ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ] [ ᴠᴍɪɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora