Capitulo 7.

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Este capítulo tiene una pequeña parte hot, no había escrito algo parecido (estaba escrito antes que stolen paradise) así que espero pueda entenderse las acciones. Muchas gracias por leer el fic espero que os guste. 

El tierno sol del amanecer empezaba a colarse por las cortinas y llenaba la habitación con una suave luz. Había acabado el tiempo para dormir y sus ojos estaban cansados por haberse cerrado por tan poco tiempo, pero eso a Sierra no le importaba, jamás se cansaría de verla.

Raquel se estiró incómoda en la cama, al parecer ella tampoco durmió bien; se exaltaba teniendo pesadillas donde su marido era protagonista humillándole una vez más. Ella no lo decía, pero ya no sentía amor, ahora el miedo la invadía cada vez que estaba cerca de él, pero aguantaba todo: el miedo, las humillaciones, el desamor todo por Paula, ella no merecía tener una mala imagen de su padre por eso Raquel siempre ha callado. Abrió sus ojos quedando cegada por la luz proveniente de la ventana y escuchó un ronco "buenos días" de su lado izquierdo. Allí estaba ella, a quien no se atrevía a llamar amiga por esos sentimientos que reprimía en su pecho.

- ¿que hora es? - se limitó a decir dándose cuenta que se encontraba sin sujetador

- Hostia, seis menos cuarto - dijo Alicia dando un salto para salir de la cama e ir al cuarto de baño.

Raquel se quedó allí un momento, llenándose la cabeza de lo mismo: su marido, su hija, Alicia y esas ganas de volver a sentir el fuego en su piel, pero no podía, era imposible, no solo por su marido sino por el secuestro. No podía permitirse pensar en algo más que no fuera la seguridad de esa chica.

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Alicia sacaba la ropa que el día anterior había dejado en la secadora cuando en uno de los bolsillos de su abrigo encontró la nota que había encontrado en el espejo, anoche había olvidado decirle a Raquel que se dirigieran cuanto antes a esa dirección. Ahora la había cagado, les había dado tiempo de sobra para que se deshicieran de cualquier cosa que escondieran en ese lugar.

Salió apresurada hacia la cocina donde se encontró con Raquel totalmente distraída; viendo a la pared mientras se empezaban a quemar los huevos en la sartén.

- Coño Raquel, que se te quema el desayuno

- ¡Joder! Lo siento, estoy muy distraída.

- Ya, mira yo también me he pasado por alto decirte que la nota tenía una dirección, pero ha sido tu culpa, me has distraído tú.

- Alicia les hemos dado tiempo...

- Para que limpien todo, ya lo sé, pero más vale ir ahora que no ir nunca - alzó las cejas

- No podemos ir ahora, no tenemos una orden- refunfuñaba

- A la mierda la orden, esos hijos de puta tienen a una chavala secuestrada. A ellos se la suda la ley, ¿por qué a nosotros habría de importarnos? - alzó los brazos con altivez

Alicia hablaba muy segura de que aquello era una buena decisión. A nadie le importaría que se hayan saltado algún protocolo si al final rescataban a la chica, después de todo no era la primera vez que lo hacía y nadie reprochaba nada. A Raquel en cambio esto le jodía, iba en contra de lo que representaba como inspectora saltarse lo que debía hacer, pero no les quedaba tiempo, era el momento de actuar con lo que tuviesen o no.

Una vez más sin comida en el estómago y de mala hostia estaban montadas en el coche de camino a la dirección de la nota, esperaban tener una pista que les ayudara porque para ser sinceras hasta Alicia estaba un poco desesperada, este caso tomaba más tiempo del que a ella le parecía, en cualquier caso ella ya habría hecho contacto y se lanzaría tras ellos como un felino pero el comisario lo había dicho claro: debía frenarse en este caso, y así lo haría. Deseaba más que nada agregar otro caso a la lista de victorias, pero había algo que no quería dejarla acabar este caso, sin duda alguna era la certeza de saber que no vería a Raquel dormir junto a ella nunca más y le dolía, claro que le dolía, porque esa mujer había sido lo más importante de su vida y deseaba que volviera a serlo.

AFTER ALL THIS TIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora