T u s a [Willuzu] [Terminada]

Ya no tiene excusa

En el fondo perder la alcaldía no era lo que más me dolía si no su traicion...más que nada la de él.
Auron
Auron
Auron
Raul...
Como olvidar ahora su nombre después de esto. ¿Como podía olvidarlo?
En si ya no podía olvidarlo cuando todo parecía salir bien ahora con esto...¿por que no puedo olvidarte?

No tengo excusa alguna para decir el porque te pienso.

Mi corazón duele tanto...¿por que?
¿Por que el amor duele tanto?

A̷̧̤͕̱̘̫̬̯̿̐͂̓͐̊͊u̴̬͔̘̓̌̀̎́̒͜n̶̻̭̗͉̦̳̘̯͎̥̐̀̒̌̀́̔̕̚̕ ̶̦̩͒̽́̕͠n̷̗͉̬̼̩͑͆͘o̴̻͓̹̬̘͔͊̅̋͗̈́͑͂́̇ ̶̩̹̗̹͈̣̟̏̇̍̈́͂͝l̸̢̖̳̥̙̤̳̀͆̈́ơ̸̯̊̈́ ̸̡̞̣͙͈͙̥͈͇̃̓̈́͌̓̏̊s̴̮͉̲̦̻̖̭̝̩̿͑̄̈́̿̅͊̈å̸͍̙̤͉̦̯̇̂̍͑̈̉̕̚b̶̼̦̦͎̤͎̳̂̐̊̀̋̉̍̉í̵̘̫͂̈́̇̋a̶̡̢̛͇̯̣̱͓̲̽͂̎̑̏̍̄̉͘͜ͅ

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Todo es mi casa era un desastre...yo era un desastre.

Era una mañana cualquiera en Karmaland, yo debía arreglar unos asuntos, arreglar mi casa. Quería aislarme un tiempo de mis amigos...que digo compañeros, ¿que clase de amigos te traicionan? ¿Que clase de persona a la que creías que te amaba te traiciona? Todos son sopa de veneno.

La noche anterior me quedé despierto todo la noche, deje que los esqueletos me atacaran ocasionando que mi ropa se rasgara y descosiera la mayoría de mis prendas que tenía y tengo puestas, y que decir que me deje matar muchas veces esperando ya no reaparecer pero era inútil tristemente seguía vivo en este jodido lugar con personas Č̵̯̪̥̗̼̤̏́͛̑͝͠õ̸̬͕̟̬̺̫͝ṛ̶̞̀̒͛r̸̨̢̢̡̳͔͓͔̼̪̍̒u̸͖̫̤͉͋̈́́͘p̶̡̨̳̹̺̫̥̞͔̓͝ţ̵͚̙͍̗̞̯̼̂̈̂̍͌͆̇͊͝a̷͙̺͕̣̞̺̺̠͓̍̇̈̀͜s̵̻̬̫̟̼̞̳̦̓̇̑̀̾̄͘, que más podía pedir.

Mis ojos me ardían demasiado tal vez por no dormir a las horas que corresponden o quizás por haber llorado tanto que ahora ya mis ojos no dejaban de lagrimear pero ya no sentía dolor en el pecho y mucho menos el nudo en la garganta que no dejaba de molestar, por eso mis ojos simplemente se volvieron cascadas. Quizás ese dolor ya se había ido y eso indicaba un nuevo yo...?

Con un fuerte dolor de cabeza y ardor en los ojos salí corriendo de mi casa bajando por la parte trasera pues atrás se encontraba un inmenso lago, me hinqué frente a este y tomé entre mis manos algo de agua y eché todo sobre mi cara esperando que el ardor se quitara, fue inutil, grite de la desesperación y golpee el agua, no se que esperaba la verdad...¿que le doliera?

Al parecer mi grito llego a no se donde que hizo que llamara la atención de alguien quien no esperaba que estuviera por mi zona.

Willy.

Me morí de vergüenza en ese instante, sentí como mi cara se calentaba, pude notar en el agua mi reflejo y pude ver mejor mi rostro, estaba hecho un desastre, estaba totalmente rojo y...mis ojos habían tomado un color rojo, esto me exaltó alejándome del agua.

—Oye....Luzu...estas...¿bien?—

No quería que me viera de esa forma así que mire a otra dirección y asentí en silencio.

—Yo...no esperaba verte por aquí, iba a verte pero tenías las torretas activadas en la entrada y tomé el camino de atrás y pues al parecer no fue una mala idea, te encontré—
El albino se fue acercando lentamente a mi, no lo vi pero conforme hablaba su voz se escuchaba más cerca, eso hizo que yo me levantara del suelo rápidamente y le di la espalda.

—¿Que quieres?—
Dije fríamente.
Yo...tal vez no sea la manera correcta de dirigirme a la persona que creyó en mí desde que comenzaron las elecciones pero él tendrá sus intenciones...como todos, algo querrá de mi, ¿no?

—Quería ver cómo estabas...no te he visto por el pueblo...todo es igual solo que sin ti y parece ser que yo solo lo noto...todos siguen como si nada...como si nada hubiera pasado—

Esas palabras...eran lo que necesitaba escuchar.
No pude evitar volver sentir un dolor en el pecho, un nudo en la garganta y mis lagrimas seguían cayendo.

—Luzu...¿Como estas?—
Su voz era tan suave al dirigirme la palabra, cada palabra que decía que reconfortaba bastante y no se porque.

Voltee a mirarlo, al hacerlo este me miro con sorpresa y si antes estaba preocupado ahora lo estaba mucho más, se acercó corriendo hacia mi y tomó entre sus manos mi rostro limpiando mis lágrimas que no dejaban de caer.

—No estas bien—

No, no lo estoy.

—Tus ojos...estas rojos...—

Si, si lo están.

—Tu ropa está maltratada, se ve que no haz descansado—

No, no lo hice.

—Vamos a casa, Luzu, necesitamos hablar—

Asentí sin más, necesitaba realmente la compañía de alguien, sea quien sea, en mi interior deseaba que fuera Auron pero hasta crees que esa zorra vendría.