Tú, Mi Perdición

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♡TÚ, MI PERDICIÓN♡

UNO

Aula seis. Según este folleto mi aula es la numero seis. Estoy mas perdida que no se que, tambien esta escuela es muy inmensa. Miro por todos lados para ver si puedo ver un mendigo seis en alguna puerta.

Por estar dando vueltas choco con una chica, haciendo que ella derrame su jugo de manzana, acción que hace que moje su blusa ajustada al cuerpo que lleva puesta.

⚊Disculpame, noo...

⚊¡Fijate por donde vas estúpida!⚊me interrumpe, mientras trata de secar su blusa con un pañuelo que saco de su cartera. Me mira molesta y sigue su camino.

Bien ya hize una enemiga en mi primer dia de clases.

Busco por todo el piso de abajo y no encuentro nada, asi que decido ir arriba ignorando a los estudiantes que me miran sin disimulo, claro es lo que siempre hacen con la "chica nueva".

Gracias al cielo a mi lado derecho por fin encuentro el aula numero seis. Entro y solo hay unos cuantos alumnos, los demas parece que estan afuera, dado que sus mochilas estan en los asientos. El único asiento libre se encuentra al final, en la sexta fila pegada a la pared. Lo bueno es que estoy cerca de la ventana.

¡Cool!

Me siento y espero a que entre el profesor y comienze la clase.

Pasan los minutos y ya casi todos han llegado. Todos susurran al verme, eso me pone nerviosa e incomoda.

⚊Buenos dias jovenes, señoritas⚊saluda el profesor. Es de estatura mediana, con unas cuantas canas que salen a la vista⚊espero que ya esten todos, tenemos mucho que avanzar hoy dia.

En eso entra la misma chica con la que choqué hace unos minutos atras. Viene con otra blusa puesta. Entra y se sienta con las piernas cruzadas adelante, en el segundo asiento.

⚊Llega cinco minutos tarde señorita⚊reprende el profesor.

⚊Lo siento profe, tuve un pequeño incoveniente⚊se disculpa. Bien creo que no se a dado cuenta de que yo estoy aqui.

El profesor comienza a tomar asistencia. Cuando pronuncia mi nombre todos voltean a mirarme haciendome el centro de atención.

⚊¿Es usted nueva?⚊pregunta el profesor. Me da ganas de tirarle un zapato en la cara, obvio que soy nueva, que pregunta mas estúpida. Es la primera vez que ve mi carota.

⚊Si, hoy es mi primer dia⚊contesto. El asiente y sigue con lo suyo.

⚊Señor Velez⚊llama pero nadie habla. ⚊Christopher Velez⚊repite y nadie contesta. ⚊Señorita Maryssa, ya que usted es la amiga, novia o no se que del señor Velez, me puede decir ¿pórque no vino hoy a clases?⚊le pregunta a la chica a quien hice que derramara jugo en su blusa.

⚊No sé, tal vez se le hizo tarde o le paso algo⚊contesta despreocupada.

La puerta se abre dejando ver a un chico alto de cabello castaño, con uno que otro tatuaje en el brazo. Viene con cara de que anoche fue a una fiesta y se desveló.

⚊¿Que horas son estas de llegar señor velez, ya vio la hora que es?⚊lo enfrenta el profesor molesto.

⚊Si se me fue la hora, no volvera a pasar⚊contesta como si no estuviera siendo reprendido por el profesor.

⚊Igual quedara como si no hubiera venido a mi clase, tiene una falta en mi materia⚊informa el docente molesto.

Por el contrario, el famoso christopher velez pasa, viene y se sienta en...

¡Esperen que! ¡se sento adelante de mi!.

Pero si habia una mochila allí. Ese asiento ya esta ocupado. El saca la mochila y se la lanza a un chico que esta a mi lado.

⚊Gracias zabdiel por cuidarme mi sitio⚊le dice al chico y se acomoda.

No puedo evitar percibir el aroma de su perfume, es sin duda alguna delicioso. Me acerco un poco para inhalar su perfume pero por hacerlo tumbo mi cuaderno al piso haciendo ruido.

El se da cuenta y lo recoge por mi.

⚊Ten⚊me extiende el libro. Lo tomo y nuestras manos se rozan por un segundo, al instante siento algo extraño recorrer mi cuerpo.

Apenas llego y ya me anda gustando un chico. Debo dejar de ser tan enamoradiza.

⚊Gracias⚊susurro. El me sonrie.

¡Diablos!

Este chico todo tiene hermoso, hasta la sonrisa.

Miro al frente y me encuentro con una Maryssa mirandome furiosa. Con la mirada me advierte que ni siquiera me le acerque a su novio.

Dramática. Ni que estuviera tan bueno. Es decir, lindo esta pero no tanto como para andar de arrastrada.