𝐊𝐚𝐛𝐞-𝐝𝐨𝐧 |GoнαɴхLecтorα| [Drαɢoɴ Bαll] (Vιɴ̃eтα)

Parte única.

|Las chicas también pueden tener el dominio|

-A que no te atreves a acorralar a Gohan contra una pared -retó Videl de la nada a su compañera, quien se hallaba entretenida en las redes sociales.

Estaban en hora de receso, pero ellas habían decidido no salir del salón, por lo que estaban allí pacíficamente hasta que a la Satán se le ocurrió hablar y romper ese momento de armonía y tranquilidad.

-¿Perdón? -Inquirió esta confusa, mirándola con el ceño fruncido y una mueca en su boca. ¿Acaso había escuchado mal?

-Eso: que no te atreves a hacer el kabe-don con Gohan -volvió a repetir la de coletas con una sonrisa cínica, retándola. De antemano tenía presente que su mejor amiga siempre accedía a hacer las cosas cuando su orgullo estaba de por medio, no por nada en segundo de preparatoria (en aquel momento ya estaban en tercero) la retó a besar al pelinegro tímido, y esta accedió como si nada.

En realidad, a Videl le gustaba meter a sus dos amigos en situaciones embarazosas cada que tenía oportunidad, así había sido desde que los tres se habían vuelto bastantes cercanos y la de coletas notó que entre esos dos existía una especie de atracción involuntaria del que ni siquiera se daban cuenta. Se gustaban, pero ninguno de los dos era lo suficientemente valiente como para afrontar esos sentimientos que poco a poco iban creciendo.
Además, dejando el romance de lado, dicen que sin bullying no hay amistad, ¿verdad?

-¿No se supone que es al revés? ¿Que es un chico quien acorrala a la chica? -Indagó al tanto que se cruzaba de brazos, con postura reacia.

-También se puede a la inversa -contestó la Satán con obviedad-. Ah, ya sé: temes de que no puedas hacerlo correctamente y quedes en vergüenza delante de Gohan -picó con burla latente en su voz; nunca fallaba.

-¿Qué? Yo no... -intentó renegar, pero fue interrumpida.

-Uh, vaya, y yo que pensé que eras valiente y que no le tenías miedo a nada -comentó con sorna la de luceros azules.

Con ese comentario, dio en el clavo.

-Ya vas a ver tu miedo -gruñó la contraria ya enojada, levantándose de golpe de su sitio, haciendo que Videl sonriera victoriosa. Sin más, la fémina salió y comenzó a buscar a Gohan. Lo halló platicando tranquilamente con otros chicos que pertenecían al club de astronomía, encontrándose justo a la mitad del pasillo; sin la necesidad de oírlos, sabía que hablaban de teorías del universo y cosas así. Por eso y más seguían vírgenes y sin novias esos nerds-. ¡Son! -Lo llamó con tono demandante, ganándose más de una mirada del alumnado que pasaba por esa área.

-¿Eh? -Murmuró extrañado cuando escuchó la voz de la chica, buscándola de inmediato con la vista por acto reflejo, y la encontró; esta se iba acercando a él con paso decidido-. ¿Sucede al...?

No pudo completar la frase ya que de repente sintió cómo ella azotaba su mano contra la pared, colocándola a su costado izquierdo, y la otra libre la ponía al lado de su rostro, acorralándolo así. Y se quedó sin habla cuando notó que la fémina se pegaba más con él; si ella hubiera sido más alta, la situación hubiera sido más intimidante y... excitante, pero la realidad era otra: la chica era más baja que Gohan, por consiguiente, tenía que alzar la cabeza y ponerse de puntas para mirarlo.

La dura verdad que afrontan las bajitas.

Los que observaban la escena que estaban protagonizando esos dos se estaban muriendo de la risa; lo común era ver que los hombres hicieran aquello, pero no las mujeres.
Lo más gracioso era la clara diferencia de estaturas, que el hijo mayor de Gokú tuviera el rostro hirviendo de lo abochornado que estaba y que sucumbiera públicamente de aquella forma ante una chica; los que muchos pensaban que era su novia.

Ya se notaba quién iba a tener los pantalones en la relación.

-¿Ves? Fue fácil -habló la mejor amiga de Videl, separándose del Son como si nada, girándose hacia la ojiazul que grababa todo.

Con aquello los iba a sobornar en un futuro no muy lejano.

Gohan, mientras tanto, no sabía ni dónde meter la cabeza, por lo que se limitó a bajar la mirada en modo de defensa. A veces odiaba a esas dos y sus retos tontos que siempre lo terminaban involucrando, dejándolo avergonzado en la mayoría de veces; muy a su pesar, ya se estaba acostumbrando a aquello.
De la nada sintió cómo su mano era sujetada, haciéndolo alzar la vista al fin, notando que aquella chica, responsable de haberle arrebatado su primer beso en el segundo grado de preparatoria, era la causante de eso; había entrelazado sus manos y le dirigía una pequeña sonrisa de disculpa.
Sintió su pulso acelerar y solo se limitó a desviar los ojos, con un sonrojo ardiendo en su rostro.

Sí, sin duda no iba a ser Gohan quien tuviera el mando en la relación.

-Lindassj1