Sucesos

El tarro

(Microrrelato)

Creía que alguien siempre le hablaba.
Nadie sabía porque, todos creíamos que tendría algún transtorno o algo parecido, así que la gente no le hacia muchas preguntas sobre eso.

Su madre la intentó llevar a un psicólogo pero tampoco dió frutos.
La psicóloga dijo que ella tenía un ser diferente a todo y a todos, que una voz le llamaba, le costó mucho tiempo que le dijese eso, la niña no quería hablar con nadie y eso se lo sacó a regaña dientes.

Desde los cinco hasta sus trece años de edad, lleva el mismo tarro, nunca se separaba de el y solo tenía la deducción que nos ofreció la psicóloga. Aunque no sabemos si servía de mucha ayuda.

Tenía un simple tarro, como en algunas cafeterías para poner zumos, de cristal más o menos grande, con agua de la playa, nunca la cambió, así que olía fatal pero a ella no le importaba.

A veces sus padres la veían y escuchaban hablar con el misterioso o simple tarro.

A medida que iba creciendo más se distanciaba de la gente, no salía a jugar con niños/as, ni siquiera queria ir al parque.
En el Colegio menos mal que no le hacían bullyng físico por ser rarita, pero sí le llamaban "la loca del tarro". Pero a ella no le perjudicó nada, no le importaba y seguía hablando con el misterioso tarro.

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A sus tres años de edad, sus padres y ella fueron a unas vacaciones en la playa. Estaba ella jugando en la orilla y desde la primera vez que vió el tarro brillar con el sol ese día de verano, no se separó de el.

La niña desde ese día, no volvió a pisar la playa, no sabíamos si era por los supuestos hablares del tarro o directamente le dió miedo o no le gustaba y eso en una niña pequeña era algo extraño.

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Una mañana, la niña fue al colegio(ya con trece años) y no volvió nunca más .
No encontraron ningún rastro de ella, la tomaron por muerta sin saber que pudo pasar.

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Dos años más tarde de la desaparición, la madre mirando sus libretas con añoranza encontró una nota escrita;

Hola mamá, hola papá.
Ya se que desde pequeña me habéis tomado como una loca.
Pero nadie veía lo que yo en aquel tarro.
Así que os voy a decir lo que yo veía: una mini sirena dentro. Nose porque nadie la veía pero yo sí.
Me cantaba canciones y me contaba cosas sobre su mundo. Ella quería que le hiciese un favor;que no regresara más al mar hasta que yo cumpliese los trece años de edad. Porque a esa edad ya estaría lista para su mundo.
Así que ,queridos padres, os digo adiós.
Os quiere y siempre lo ha hecho
Chloe-

Entonces la chica, Chloe, ese día que no volvió a aparecer,fue a la playa y junto su tarro y su supuesta sirena, fue andando y andando por la orilla adentrándose al mar, hasta que el agua cubría todo su cuerpo y nadie volver a verla ni con vida, ni sin ella.