El amor puede doler

Capítulo IV

Odio mi vida...

Vaya manera de iniciar mi día pero es lunes, nunca he sido fanática de los lunes como muchos, el fin de semana no se siente, te sientes más agotado. Además que este día no me emociona nada con el hecho de que al despertar tenía un moretón en el pómulo derecho. Mi madre me ha dicho que resaltaba mis mejillas, vaya cumplido el de ella (inserte mi mejor sarcasmo).

Además que el maquillaje que mi madre me compró me di cuenta que no puedo siquiera aplicarlo, se ve disparejo o tal vez escogí mal el tono, no me sorprendería que fuera este el motivo. Cuando Sophie llega por mi, se ha pegado una risa que en serio no se como no la he golpeado porque en realidad me consta que me veo espantosa, pero un poco de apoyo moral no mata a nadie.

— Te ves preciosa resalta tus facciones — dice e intenta tragarse su risa.

— Wow me dices lo mismo que mi madre, solo que ella si pudo actuar mejor —le contesto y me veo con la cámara de mi celular.

— Tu alma gemela ha de ser contrabandista ¿No lo has pensado? — Me interrumpe Sophie mientras se dirige al autoservicio de Molly, solo le lanzo una mirada de odio puro — Bueno, para arreglar la situación te invito hoy al café — me dedica una sonrisa inocente y le paga a Molly.

Molly me observa fijamente y suspira — ¿Todavía no la has encontrado? —me pregunta.

Por algún motivo cuando me pregunta eso un escalofrío me recorre, como si tuvieras la sensación que algo esta mal — No, no la pienso buscar — digo decidida pero había algo amargo en mis palabras que no entendía.

—Bueno solo no la busques cuando sea tarde — dice y se toca la marca del cuello. Instintivamente trago saliva y toco mi cuello, pero tal vez solo estoy pensando mucho las cosas.

Nos entregan nuestros cafés y nos dirigimos a la secundaria "No la busques cuando ya sea muy tarde" las palabras retumban en mi cabeza sin parar. Sophie me estaba hablando acerca de lo que hizo el fin de semana eso me distraía, porque no quiero aferrarme a la sensación de tener un alma gemela y creer que esta persona me va a completar, quiero enamorarme de alguien que no sea mi alma gemela, quiero ser feliz sin encontrarla y pienso que así sea.

— Bueno suerte en tus clases nena, sabes que te tengo que enseñar a maquillarte esos golpes, pero creo que sobreviviras a esto— me dice Sophie y sale corriendo para su clase.

Suspiro y reviso mi mano con otro golpe en los nudillos el rojizo, lo ignoro y acomodo mi mochila para poder dirigirme a mi clase tengo clase de matemáticas y eso no me emociona en lo absoluto. Pero lo peor de todo es ver a Stephan con un ramo de rosas parado en la entrada del instituto, si Sophie estuviera aquí diría que debo seguirle la corriente pero me siento mal mintiendo. Me carcome la culpa además, ¿Quien regala flores para cuando te desvirgan hipotéticamente?

— Perdón creo que esto fue mucho además que quería saber como estabas, pedí a Sophie que me diera tu número pero me dijo que me fuera a dar por culo, que era un descarado y bastantes otros insultos. Se que es una manera vaga de pedir perdón pero quería saber si quisieras salir conmigo — me dice algo apresurado se notaba los nervios en su voz.

Sophie algún día voy a matarte por manipular a las personas y hacer que cosas como estan sucedan, toda la escuela nos ve, si quiero salir con el. Es atractivo, dulce e inclusive es inteligente debajo de esa fachada es todo lo que quería pero está siendo engañado. Iba a decir que no cuando observo mi celular "Le dices que no y te pateo el cráneo, el es todo un papucho" adjuntando el meme. Antes de responder trago saliva y lo veo a los ojos, estoy de nuevo en una competencia con mi impulso del bien o el mal, la respuesta de mis labios dictara quien gano: