Digimon - Heroes of the Last Frontier

1.- ¡El Destino nos ha alcanzado! ¡Un nuevo enemigo llega al Digimundo!

En los últimos veinte años, el mundo de los videojuegos había evolucionado en una velocidad demasiado rápida, a tal punto que ahora, los juegos de realidad virtual se acaban de convertir en una total realidad.

Cuando los medios del mundo entero comenzaron a anunciar el primer concurso de competencia en realidad virtual, muchos internautas, frikis y gamers comenzaron a hablar de ello cual si no hubiese mañana; sin embargo, al poco tiempo, un flash informativo paralizó al mundo entero unos tres meses antes del susodicho concurso, ya que se habría anunciado la muerte de uno de los mayores artífices de la industria de los videojuegos en años recientes.

Su nombre era Gus Rodriguez, uno de los mayores visionarios en la tecnología de realidad aumentada; él empezó a desarrollar y llevar al éxito un sistema que era capaz de replicar y simular un lugar muy significativo para unos y definitivamente nuevo para la mayoría, se le conocía como el Digimundo o Digital World.

No era la primera vez que la gente oía hablar de Gus Rodriguez, ya que todo el mundo sabía quién era: un diseñador de videojuegos que comenzó su carrera en su natal México como presentador de un programa llamado "Nintendomanía", y que saltó a la fama internacional gracias a la creación de "Digimon World VR", uno de los primeros juegos de realidad virtual que permitió la participación de más de diez jugadores y que, con el pasar del tiempo, evolucionó hasta convertirse, al menos en la realidad virtual, en la red social con más visitas diarias, a tal punto de que, además de jugar y divertirse, también se usa para hacer negocios. El éxito sin precedentes de Digimon World VR había convertido a Rodríguez en una de las personas más ricas e influyentes del mundo.

La noticia cayó como balde de agua fría, dejando a todo el mundo con cara de asombro y preocupación, y en cuestión de segundos, el segmento informativo corrió por diversas ciudades, como Nueva York, París, Río de Janeiro o Shanghái, haciendo que la revelación atrajera a múltiples personas, quienes se sorprendieron aún más con la enorme cantidad de dinero que pasaría a engrosar la fortuna de los herederos del multimillonario, que dicho sea de paso, también fue publicista, periodista, actor, guionista, productor, jugador de videojuegos, director y conferencista.

Rodríguez había preparado un breve mensaje de vídeo de duración de cinco minutos y había dispuesto que los medios de comunicación lo dieran a conocer una vez que la noticia de su muerte haya sido confirmada; y también ordenó que se enviara por correo una copia del vídeo a todos los usuarios de DWVR ese mismo día. No obstante, Rodríguez también tenía una filosofía de vida muy motivante, ya que según sus propias palabras, "siempre hay una recompensa más allá del Game Over".

Por más famoso que fuera, el fallecimiento de Rodriguez bien hubiera bastado tener una breve entrada en el noticiero de la noche sin necesidad de interrumpir la programación habitual, pero tanto fue su impacto que en todos los medios de comunicación se le concedió la importancia a la muerte de aquél millonario, haciendo que se dejara de lado otras preocupaciones en el resto la Tierra... La crisis energética en Latinoamérica y Europa; el hambre en el África Subsahariana; la pobreza cada vez más generalizada; la multiplicación de nuevas enfermedades que derivan en grandes pandemias; así como media docena de guerras, de las cuales la mayoría ocurren en el Medio Oriente y otros lugares aledaños.

Y no podemos dejar del lado el catastrófico cambio climático: El Sureste Asiático se encontraba con sequías ya que no tenia lluvias durante mucho tiempo; en la zona de Asia Central llovió tanto que hubo inundaciones; y en Norteamérica se registró un verano muy frío, tan así que se ve gente abrigada en una época en donde se supone que el calor debería reinar.

Mientras el resto del mundo se estaba perdiendo en medio de semejantes revoltijos y confusiones, el último deseo de Rodríguez parecía ser el mensaje de esperanza de millones de personas jóvenes. No obstante, hay un lugar que parece permanecer al margen de todas las desgracias actuales, un lugar que se ha convertido en una isla de luz en medio del gran océano de la oscuridad, un lugar donde la realidad virtual y las fantasías tecnológicas están a la orden del día... Japón.