Secador, ropa, cepillo de dientes, peine, secador, toallas sanitarias... Espera ¿Metí las toallas sanitarias? ¿El jabón? ¿Habrá toallas sanitarias ahí?
-¿Señorita Marino? ¿Está usted bien? - preguntó el chófer desde el asiento del conductor.
- Si, gracias señor Samael.
El señor Samael parecía de 40 años, ha estado hablando conmigo durante todos el trayecto.
- Tranquilizate muchacha. Estos viejos huesos han llevado a demasiados alumnos para contarlos. Todos empiezan asi. - soltó una carcajada afable.
-¿Así?
- Si, con una cara de gato asustado.- en ese momento estábamos aparcando en el estacionamiento - Calma niña, te irá bien- sonrió.
- Gracias - sonreí de vuelta antes de abrir la puerta del lujoso vehículo en el que nos transportabamos. No era una limosina o algo por el estilo. Era un Mercedes de último modelo, pero, según el señor Samael, nada del otros mundo.
Bueno, bueno, ya no importan ni las toallitas sanitarias ni el jabón o la pasta de dientes. Ahora estoy aquí.
Llegué a Extreme.
Pero me hubiera gustado traer toallas sanitarias...
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Escuela De Prodigios
Teen FictionJax tenía 4 años cuando abrió el libro de finanzas de su padre. Jax tenía 5 años cuando aprendió a realizar operaciones básicas con extraordinaria exactitud. Jax tenía 6 años cuando aprendió a recitar los productos notables como si de una canción se...