YOU_ (%%HANKNOW!

ooi: sonrisa

de: lee minho

con tan solo pensar en ti mi corazón se aceleraba, mis mejillas se calentaban y mis orejas se pintaban de un rojo fuerte. y es que, me habías cautivado por completo. no tengo claro cuando o porqué. solo sabía que era cálido estar a tu lado, era cálido pensar un futuro en el cual ambos seamos protagonistas.

era un inexperto en el amor, no tenía idea al inicio de porqué los nervios consumían todo mi ser cuando estaba cerca de ti, han jisung, el lindo chico de mejillas regordetas.

tu sonrisa era lo más hermoso que conocía, y me era difícil no remarcarlo cada segundo de mi vida. ¿cómo siquiera podría no corresponder la sonrisa que dabas cada vez que nos encontrábamos? y es que, era de caballeros saludar siempre. pero siempre, realmente siempre. aunque ya nos viéramos hace minutos, si volvías a verme me saludabas. con aquella radiante sonrisa que enamoró a mi corazón.

la emoción que transmitías era fantástica, siempre dispuesto a dar una mano con lo que necesitaran. a pesar de nunca pedir ayuda para tus propios asuntos.

a la única persona que le confiabas todo era a mi, lee minho. 

me sentía verdaderamente halagado por ello, no tenía problemas en escucharte horas hablar sobre tus preocupaciones, tus ideologías, tus proyectos y sueños. tu voz era melodía para mis oídos, varias veces me quede dormido por ello. te pido perdón, quizá hayas pensado que tus anécdotas eran aburridas.

deseaba tenerte a mi lado por siempre, me daba igual si era como amigos. solamente con estar contigo yo era feliz. estaba completamente enamorado de ti.

los meses y años siguieron pasando, ya no eramos los adolescentes de catorce años que solíamos ser. mis diecisiete llegaron más rápido de lo que hubiese querido, mientras tu recién cumplías dieciséis. yo estaba a pasos de mi adultez. este pensamiento hice que reflexionara sobre mis sentimientos hacia ti. 

no obstante, el tiempo no me alcanzaba para ocuparlo meditando. mis diecisiete llegaron junto problemas, problemas financieros, problemas de hogar y problemas de autoestima.

las discusiones era algo que en mi casa no era de extrañar. si tenias curiosidad, por esa razón nunca te llevé. continuando, mi padre detestaba que mi madre fuera tan "me da igual todo". ella odiaba que mi padre diera tan poco dinero para la familia. 

¿puedes creer que no se separaron hasta que mi madre me golpeó por décima vez? ¡décima!. la mujer a la que llamaba mamá abandonó nuestra casa, llamando de vez en cuando para ver mi estado.

por otro lado, teníamos deudas que pagar. y el dinero sobrante (que era mínimo) lo usábamos para pagar el agua y la luz. mi papá llegaba agotado, y no se enteraba que no comia en el día.

decidí conseguir un trabajo para alimentarme, millones de veces dudabas porqué no podía encontrarme con ustedes. yo respondia un sencillo "debo cuidar a mis gatos, están enfermos". adivina, no tengo gatos.

por suerte nunca me pediste una prueba de ello, así esa mentira perduro hasta el final. el final...

no fue el mejor final de mi vida, realmente. fue incómodo el momento en que entraste donde era empleado, y confundido me miraste. pedias una explicación con tus ojos, lo pude sentir. sin embargo lo ignoré y pedí tu orden. menos mal seguiste mi juego.