Cena

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-Creo que estás un poco nervioso, Harry; ¿no te gustaría reprogramar la cena para un día en el que estés más tranquilo?
Con delicadeza, sus manos me sujetaron las muñecas, subiendo lentamente hasta llegar a mis hombros, dando suaves caricias reconfortantes
.-Para nada, he estado ideado esta cena por casi 3 meses, un mísero ataque de pánico no va a arruinar mis planes...

Retire suavemente sus manos de mis hombros y di un paso atrás, un silencio se instalo entre nosotros, las gotas de lluvia que impactaban en el vidrio del balcón era el único sonido que hacía la situación menos tensa

.- Además —continué— ya es justo que mis padres conozcan el motivo por el cual he estado menos tiempo con ellos, y siempre porte una sonrisa estúpida ¿no crees?.

Pude escuchar una pequeña risa, antes de golpear suavemente su hombro

— No es como que a tus padres les agrade ver con quien sales, Harry, estoy seguro que habrá una pequeña gran confrontación, sobre todo con tu padre, él se pondrá loco de tan solo verme...

—No digas tonterías, Sev, mis padres ya no son unos críos como para guardar rencor por cosas que pasaron hace 20 años, hay que dar...

—Cariño, tú padre hizo un escandalo en la oficina de Dumbledore cuando se enteró que yo sería tú profesor de pociones — alzó una ceja, invitandome a contrarrestar su argumento

— Bueno, sí, pero él ya cambió, ¿cuánto tiempo ya ha pasado de eso? ¡siglos!, y no sólo eso, él ha aprendido poco a poco que no eres mala persona, desde tú orden de Mer...

— Harry — me interrumpió, sujetandome la barbilla con su mano.

— Tú padre hizo ese escandalo hace menos de 3 años..., pero esta bien, ya habíamos dialogado esto, y sí realmente quieres que me presente ante ellos como tú pareja, lo haré más que encantado, ¿de acuerdo?, sólo debes recordar que no prometo que la situación salga bien, no puedo controlar a tus padres, ¿bien?.

Asenti rápidamente, antes de que cambiara de parecer.

— Debemos de prepararnos entonces, la cena es en menos de 2 horas — se acerco rápidamente a mis labios y dejo un cálido beso en ellos, tenía una sonrisa tonta cuando se separó de mi

Y la verdad sea dicha, no pude resistir abrazarlo; momentos como esos hacían que la relación valiera completamente la pena

— Te quiero mucho, Sev, ¿lo sabes?.— enterre mi cabeza en su pecho, reteniendo lo más que pude su esencia
—Lo sé, mocoso, todos los días me lo dices mínimo 20 veces.
Pude escuchar una pequeña risa salir de sus labios. Sí, definitivamente ese era uno de esos momentos.

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Eran las 8:00 pm, y ya estábamos a unas cuantas cuadras de llegar a casa de mis padres, los nervios regresaron con mucha más fuerza.
Mi cuerpo temblaba muy poco, casi imperceptible para el ojo humano, y las preguntas volvieron a mi mente.

¿Qué pasaría si mis papás se oponían a la relación?¿lo soportaría?¿me apartarían de él?¿qué dirian los demás?

Las dudas venían rápidamente, los temblores incrementaban poco a poco, sentía como mi respiración se agitaba, hacía mucho calor, sentía que tenía 1000 capas de ropa encima mío.

Severus, a mi izquierda, me decía algo, aunque no pude descifrarlo hasta ya casi terminada la oración

— Podemos cancelar la cena, será cuando tu te sientas preparado, sin presión, enserio.

Negué rápidamente, más por un reflejo que por haber razonado a lo que me decía.

Sus brazos me rodearon en un calido abrazo, la tranquilidad volvió a mi rápidamente, recordando el porqué estabamos ahí.