M E R C Y (KouenxReader) (+16) MAGI

XIV. Koga.

Imperio Kou.
Costas Sur.

—¿Que haremos ahora? ¡Las tropas de Kouen se mueven hacía acá!— Kougyoku caminaba de un lado a otro dentro de la tienda con sus manos dentro de su tela.

—Estamos atrapados. Nos tiene acorralados— contestó la otra princesa. Esta apretó los puños y golpeó la mesa —Al Thamen...—

La tela de la entrada se hizo a un lado dejando ver una pequeña silueta acercarse. Ambas mujeres alzaron su mirada en su dirección.

—Koga— habló la mayor —Pensé que estabas con tus hermanos. ¿Han logrado contactar a tu madre de nuevo?— preguntó. Pero la respuesta era la misma.

—No. Parece ser que algo bloquea la señal con magia— el niño frunció el ceño. Apretó ambos puños y miró al suelo por un momento antes de alzar la mirada de nuevo —Pero aún asi; no nos dejaremos vencer—

Koga era físicamente idéntico a su padre; la única diferencia era el brillante color de ojos heredados de (T/N).

—Si tenemos que pelear, pelearemos— de los labios de ese joven príncipe salían palabras llenas de fortaleza que ambas mujeres podían percibir —Selenia y Kira se quedarán en el campamento, yo las acompañaré—

Kougyoku se acercó a él rápidamente —No! Estas loco! Esto no es un juego! Es una guerra!— ella colocó sus manos sobre los hombros de él. Pero Koga las alejo con un movimiento de su mano dejando perpleja a la princesa Ren —No me trates como un infante! Se lo que es una guerra, tengo 15 años... No me trates como si fuera un niño indefenso—.

Koga observó la imagen de su padre llegar a sí mente de un momento a otro. Esa mirada de desprecio que le había dado se había quedado con él —Si es necesario... Yo...yo—

~FLASHBACK~

—Koga... Siéntate allí— Kouen señaló el trono. El pequeño de tan solo 10 años pego brincos hasta el grande y majestuoso lugar, se subió con esfuerzo.

—Es muy alto pero no es muy cómodo— Kouen se subió y se coloco a su lado mirando el salón y luego a su primogénito.

—Dime los principios de un gobernante de Kou— pidió con seriedad, pero sin mirarlo más. El niño alzó su mano y contó con cada dedo.

—Valor... Honor... Fuerza... Astucia... Ahmmm... Y...—

Kouen lo miraba en silencio. El pequeño se frustraba mucho, el soltó un suspiro —Disciplina...— Koga lo miró —No sólo debes saberlos de memoria, debes entenderlos. Algún día tu estarás aquí sentado, muchos esperarán tus consejos, tus decisiones, tendrás un Imperio en tus manos, harás de todo para protegerlo—

Koga lo miraba atentamente, se bajó de su lugar y Kouen se puso delante de él —Incluso podrías matar para proteger lo que amas— El emperador tomó su hombro y miró al niño directamente a los ojos —Siempre debes estar listo—

~Fin del Flashback~

—“Valor. Honor. Fuerza. Astucia y Disciplina. Los entiendo ahora...”— pensó el chico —Si es necesario yo...

Mataré a mi padre.

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—Están cerca!! Ya vienen!!—

—Todos a sus puestos!! Tomen sus armas!!—

E

l más pequeño de los hermanos abrazaba a su hermana, tenia miedo y ella solo palmeaba su espalda con suavidad —Tranquilo, estaremos bien—

Con la mirada buscaba a su hermano mayor, hasta verlo salir de una tienda junto a Kougyoku y Hakuei. Los dos se acercaron a ellos; la niña observó a su hermano colocarse una armadura lo cual le hizo sentir una fuerte presión en su estómago —¡¿Que crees que haces idiota?!—

Koga solo la miró por el costado sin dejar de ajustarse el metal a su cuerpo —¡¿Iras a pelear?! Sabes que eso quieren ¡¿verdad?! ¡Eres el heredero de nuestro padre! Si te capturan o asesinan tendrán más ventaja—

Koga hacia caso omiso a las palabras de su hermana. Los soldados miraban a los hermanos pero su mirada estaba dirigida especialmente en Koga; su príncipe pelearía junto a ellos.

—Koga!... Hermano!— grito Selenia con los ojos llorosos.

—Hermana...— le contestó Koga —No quiero... No vayas... No quiero que mueras!— Kira miraba a sus dos hermanos sin entender, el tomo la mano de Koga haciendo que el mayor mirara al (c/c).

El se soltó lentamente y sonrió —Tranquilos, estaré bien. Lo prometo—

Hakuei asintió dando a entender que el estaría a su lado.

Subieron a los caballos y fueron al frente de su armada. No muy lejos se veía el ejército de Koumei acercarse. Koga sentía sudor en sus manos y el corazón latiendo rápidamente.
Tomó la lanza que le habian ofrecido, tomó aire y cerró los ojos para concretarse.

—¿Estas bien?— pregunto Hakuei.

—Será muy difícil— contestó.

—Así es... Pero no podemos rendirnos— ella le sonrió con confianza —Estamos juntos en esto Koga—

Los recuerdos de su infancia brotaron de golpe.

Ya no más juegos, no más risas, no más bromas....

Empezaba la guerra.