Un día sin querer

I. LA FALDA PÚRPURA

Salí de casa frustrada, cabreada, enrabiada con ellas dos. ¿Por qué cojones tenían que ser tan cabezotas conmigo, si saben que yo ya soy muy cabezota de por sí?

No entendí que habia pasado, y toda la rabia me pudo. Puse por redes sociales que estaba enrabiada y cabreada como una mona, como dice mi madre . Somos catalanas pero tenemos la raiz andaluza que nos hace cabrearnos pero bien. Tenemos el salero y la gracia del sur, mezclada con la dulzura y la pureza del norte.

.......

Fui decidida a arreglar las cosas con C, pero ella no queria ni salir a la calle a recibirme a la puerta d su casa.

Era ocho de marzo, el día de la mujer, y estaba a punto de perder a una de mis mejores amigas, de la cual, además, creía que me estaba empezando a enamorar.

Fui y me espere en un banco, a ver si bajaba de su piso o venía a verme y hablar conmigo. 

Yo simplemente quería hablar las cosas y arreglarlas, dejar aclarados todo los malentendidos; pero se ve que eso a ella se la sudaba completamente, para ella lo mas imporante era su novio de mierda, el que la acababa de mentir y hacer tanto daño.

Qué ironica es la vida,

algunas prefieren quedarse con piedras y perder diamantes.

......

Bueno, sigo.

Estuve en el banco mirando mensajes y llamé a mi amiga S, la cual me ayudó y

 me aconsejo bien.

 Me calmó y m dijo que hacía bien esperando y dejando que el tiempo pasara.

Pero C pasaba de mí. NO quería saber nada de mí.