Una Cerveza Por favor

Viernes por la noche la caminata era solitaria pero reconfortante, al ritmo de "zombie" en mis oídos me dirigía al bar de siempre. Jeans, chaqueta en cuero, y contrastes negros era todo lo que tenía para ofrecer. La mirada siempre en la distancia; En mis alrededores la gente comenzaba a formar sus pequeñas "manadas"; Había de todo en la gran "Séptima", humo de distintos tipos, miradas "coquetas", cerveza en sus clásicas latas, energía para todos. Simplemente era viernes por la noche.

Luego de una larga temporada por fuera, la noche nunca se sintió tan bien, "holas" iban y venía, la tenue brisa en el rostro, cerveza en mano; cigarro en la otra "y como deja vu" simplemente estaba en casa. "Betos places" el lugar de siempre, con sus tintes coloridos, mesas para varios, sillas a manera de vida donde todos sentaban sus problemas, para luego de alguna forma u otra decidir escupir todas sus "mierdas".

Diana con su tez blanca imbuida de porcelana, rostro alargado, ojos grades, labios delgados en un rojo que no pasaba por alto y una gran cabellera escarlata; en su gallego clásico "Tiempo sin verte guapetón" limpiaba un vaso de cerveza, los tatuajes tribales arropaban ambos brazos de una chica que cuidaba de sí misma, ¿Lo de siempre?, SI!!, guiño de ojo y media vuelta.

Como hombre de cerveza, roto, perro viejo sin nuevos "trucos", yacía solitario en la mesa donde por sello era mi sitio; para mi sorpresa una palma en el hombro seguido de un "Algunas cosas nunca cambian", Antonio y Aleja su esposa, amigos de toda la vida sonreía, con ese "tipo" de sonrisas que envuelven la carne en una calidad bienvenida.

Tres cervezas por favor, Diana dejaba los grandes vasos en la mesa ¡esta va por la casa!. El tiempo pasaba indómitamente, el regocijo de ese nuestro lugar, nuestra música, nuestros triunfos y desdichas, Antonio en su carácter rígido siempre desbordaba las palabras al ritmo de las cervezas; Por el contrario, Aleja extrovertida en todo momento hoy solo sonreía a carcajadas. Yo desde la perspectiva veía mi vida, años del mismo sitio, las mismas personas, las mismas sonrisas, los mismos recuerdos.

Los años pasaban rápidos, las distancias son inconmensurables, pero este momento es eterno.
SIMPLEMENTE ESTABA EN CASA

Autor:
Esteban Hernández Soto


POSD:
Esto ya pasara, en un abrir y cerrar de ojos "estaremos en nuestros bares favoritos" hablando con nuestra gente favorita; Tomando nuestras mejores cervezas.