Capitulo -1

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El sonido de las gotas de la lluvia resonaban en el suelo del pabellon, gruñidos se escuchan a la distancia, Angeles se levantaba lentamente del suelo, mirando en todas las direcciones, buscando aparentemente algo o alguien.

Empezó a notarse su preocupacion en cuanto exclamó -¿Mia? ¡Mia!- Inmediatamente se levanto algo adolorida, notó el charco de sangre donde estaba tirada, al mirar a la derecha vio el cuerpo de unos de los refugiados lleno de cortadas, aparantamente despues de caer, se arrastró lejos del lugar, sin mucho exito.

Angeles dio un par de pasos hasta que se frenó por un fuerte dolor de cabeza, pues había recibido un golpe bastante fuerte que la hizo desmayarse, caminó lentamente por los pasillos, lo que antes era un camino que demoraria un par de minutos, ahora era un gran esfuerzo que requería mucho tiempo.

Entre mas se acercaba a el exterior, la lluvia se intencificaba, los gruñidos parecian sonar cada vez mas fuerte, tanto que resonaban en su cabeza, ya no sabia si los escuchaba o los imaginaba. Por fin llegaba a la zona exterior y de inmediato el dolor de cabeza fue tan fuerte que la hizo caer, desde el suelo al mirar hacia adelante, yacian Leon y Jhon, en el suelo, sin moverse, con sangre a su alrededor, esas imagenes le hicieron recordar pequeñas fracciones de momentos antes del golpe.

Una mujer entrando de golpe, un hombre tras la mujer, la mujer le apuñala, un golpe en la cabeza, gritos de una niña, oscuridad... Hizo todo lo posible para acercarse a ellos, arrastrandose como podia, quien estaba mas cerca era Leon, quien estaba despierto, pero luchaba por mantenerse conciente.

Al verla llegar a su lado denoto su expresion de asombro -¿Estas viva?- Entré muy fuertes exhalaciones, Angeles solo le hizo el gesto de callarse y reviso que herida tenia, una bala atraveso su pecho, la hemorragia era grave, pero no incontenible, rasgo la camisa de Leon y puesto que Angeles es Doctora, no le tomaria mucho detener la hemorragia momentaneamente, salvó por aquellas repentinas olas de dolor en su cabeza.

-Dejame asi... me levantare enseguida... Jhon... el...- Expresó Leon, Angeles se arrastró al lado de Jhon, era una imagen que ella queria evitar a toda costa, quizas un poco infantil su acción, pensando que si fingía que el no estaba ahi, de alguna forma desapareceria.

Jhon no estaba despierto, mucho menos mostraba algun tipo de reaccion, no dudó en buscarle el pulso y su respiracion, el miedo la invadio al darse cuenta que no habia ninguno de los dos, inicio RCP, llevaba unos minutos haciendolo, cuando sus lagrimas inundaron su rostro cayendo hasta dar en la cara de Jhon, trato una ultima vez de encontrar su pulso, su rotro se lleno de color al sentir pulsaciones.

Leon se habia logrado colocar de pie, estaba a su lado, no dijo nada, angeles vendo a Jhon y entre los dos, lo levantaron, Leon lo dejo caer en su espalda, poco a poco se movieron sin rumbo fijo, tan solo irian hacía adelante, Leon tenia un objetivo claro, Nicole.

Ya habrian pasado varias horas, caminando por las sombras, llegaron a lo que en su momento era un banco, ya no era mas que una estructura abandonada en un pueblo, Angeles entro primero, se aseguro de que no hubiesen OAP dentro del Banco, rapidamente Leon llevo a Jhon a lo que eran los lugares administrativos, habia una gran mesa, un sofa, computadora, etc.

Alli estaria Jhon, en la oficina del lado se quedo Leon y despues Angeles en otra oficina, tendrian que descanzar, un largo, muy largo sueño.

Un par de días después

Lentamente Jhon abrió sus ojos, miro lentamente a su alrededor, una oficina, a su lado una botella con agua, una pequeña bolsa con galletas de alguna marca.

Cerró sus ojos nuevamente, algo estaba buscando, luchaba con su mente, exigiéndole que le dejará recordar aquel suceso.

Poco a poco su mente le permitió ver algunas escenas, entre ellas, Nicole frente a el, el sonido de su pistola, los gritos de Mia, sus palabras mirándolo a los ojos "Siempre lo supiste"

Y de esa forma, se levantó una vez más, dejándose reposar sobre sus piernas, lágrimas caían por su rostro, estaba impotente, el sabía que era su culpa, ahora estaba lejos, sin armas, sin rumbo, sin pistas, sin fuerzas.

Resurgimiento Segunda ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora