Su mirada [Taekook]

One shot

Hoy lo volví a ver, después de tantos años lo volvi a ver, su cuerpo no luce igual, ni su voz, pero su mirada esa no ha cambiado, se que es él, aunque nunca le vi el rostro su mirada es inconfundible, es él mi caramelo.

Nunca lo olvidaría, recuerdo como cada noche iba a ese bar de mala muerte a ver a chicos bailar y caminar con lencería, pero había uno que destacaba uno que llamaba la atención de todos especialmente la mía, su forma de bailar era tal sensual que solo en verlo me excitaba, todos le lanzaban dinero, mientras el se iba quitando poco a poco sus prendas, yo pagaba cada noche por él, su cuerpo solo yo lo probaba, claro antes ya se había acostado con varios, pero desde que yo lo conocí nadie lo  tocaba ya no dejaba que lo hicieran, cada noche era yo quien lo tocaba, succionaba su cuerpo, acariciaba sus piernas, marcaba sus glúteos, era yo quien lo embestia brutalmente, era yo el que lograba que el llegara a su orgasmo, era yo la causa de sus gemidos y suplicas para que le diera con más fuerza, a pesar de tener todas esas dichas con él, nunca me dejo ver su rostro, nunca me dejaba, varias veces lo intente, pero él a pesar de estar sumergido en el placer no me permitía descubrirle el rostro, todas las noches después de tener sexo con él, pagaba más por dormir a su lado, me confesó que le gustaba que durmiera con él, le gustaba tener un pecho donde aferrarse después de tener sexo, varias noches lo escuchaba sollozando y unas cuantas lágrimas caían en mi pecho, yo le brindaba caricias no me gustaba ver sus hermosos ojos llorar, deseaba tanto poder besar sus labios, ver su sonrisa más nunca lo logre, después de varias noches me termine enamorando de él, muchos decían que solo me había acostumbrado a su cuerpo, pero no era así, yo iba a ese bar pero ya no solo para tener sexo sino para conversar y tenerlo a mi lado, me enteré del porqué se dedicaba a prostituirse, cuando estaba dispuesto a sacarlo de ese lugar una noche fui y ya no lo encontré, regrese varias veces y ya no estaba, no hubo noche en la que su mirada no apareciera en mis sueños.

- Tomalos- hablé dándole los papeles que se le cayeron al piso, al chocarse  conmigo era como una historia de amor donde los protagonistas se encuentran por accidente y después se enamoran, solo que esta vez yo ya estoy enamorado de él.

- Gracias- respondió haciendo una referencia hacia mi, ordenó todos los documentos, tenía nerviosismo lo pude notar al ver como acomodaba esos papeles rápidamente, sus manos se movían torpemente y yo solo sonreí, su rostro era más hermoso de lo que me imaginé, cuando estaba por irse lo detuve, no podía dejar ir otra vez esa hermosa mirada, después de tanto tiempo tenía en frente a mi caramelo.

- Espera- el trago, lo sentí, dio un leve suspiro y volvió a verme, tratando de fingir una mirada sorprendida- no te vayas caramelo.

- No se de que me esta hablando, creo que me esta confundiendo- su voz cuando estaba nervioso era la misma aunque un poco más fuerte, sus manos se movían inquietamente, era tal como lo recordaba, él era el chico del cual me enamoré.

- Dime cómo te llamas?.

- Jungkook, ese es mi nombre- se soltó de mi agarre y empezó a caminar, le dejé que caminara un poco, su manera de caminar era la misma tal como la recordaba, esta vez caminaba formalmente y no de manera sensual como yo estaba acostumbrado a verlo, pero era la misma, la distancia de cada pisada era la misma, acelere mis pasos y sin que se diera cuenta lo tome de la mano y lo adentre en el baño.

- Desde ahora ya no te llamaré caramelo, te diré por tu nombre- el frunció su ceño, quien lo viera realmente pensaría que realmente no me conoce, pero yo no soy cualquiera y yo si lo conozco, se perfectamente diferenciar su mirada cuando miente, yo aprendí a saber cuando estaba triste, cuando estaba feliz, cuando estaba con miedo, cuando decía la verdad, cuando mentía, solo me bastaba ver su mirada, para saber que sentía- porque te fuiste, esa noche regresé por ti y no te encontré.

- Señor, realmente debe estar confundido.

- Eso crees?- lo tomé de la cintura, y la sensación era misma que cuando la tome por primera vez solo que esta vez tenía mucho más ropa puesta, sentí su cuerpo tensarse, sin dejar de mirarlo a los ojos retire los papeles de sus manos- crees que confundiria tu mirada.

- Señor no se a quien busca pero yo no soy esa persona- se removió un poco pero solo logró que yo lo apresara más.

- Quieres que te pruebe que si?, quieres que te desnude aquí mismo y compruebe que aun tiene ese tatuaje en tu espalda?, quieres que vuelva a contar cada uno de tus lunares y te diga donde están?, quieres que haga eso?- lo acerque más a mi cuerpo y después intente quitar su cinturón, claro que mis planes no eran desnudarlo en ese instante pero quería que confesara quien era.

- Detente, detente Taehyung!- sonreí victorioso, y quite mi mano de su cinturón y la volví a su cintura.

- Ya era hora que dejaras de decirme señor y me llamaras por mi nombre, te extrañé mucho mi caramelo- jamás dejaría de llamarlo así, el era todo un manjar demasiado dulce al no saber su nombre lo llamé así, ese apodo le quedaba perfecto era lo que le definía a Jungkook era un caramelo.

- Tae- se lanzó hacia mi y me abrazó, mis latidos aumentaron y pude sentir los suyos aumentar, nuestros corazones latian al mismo ritmo, él recargo su barbilla en mi hombro y yo recargue la mía en el suyo.

- Sabia que te volvería a ver, sabía que volvería a ver tu mirada.

- Te extrañé mucho.

- Porqué te fuiste? esa noche fui con ropa y muchas cosas para ti a ese bar, pero ya no estabas, porqué me dejaste, yo estaba enamorado de ti.

- Estabas?- preguntó cambiando su mirada a una nostálgica, me di cuenta que me había expresado mal.

- Lo estoy, estoy enamorado de ti, pero necesito saber porqué te fuiste, acaso tu no lo estabas de mi?

- Esa día esperaba ansiosamente a que la noche llegara para que vinieras por mi, pero llamaron del hospital y me dijeron que mi madre había muerto, fui al hospital, ya no tenía porqué seguir haciendo eso, el miedo de que tú talvez no fueras por mi me invadió, no quería sufrir, yo había soñado mucho, me enamoré de ti, y bueno yo era un simple prostituto que no tenía el derecho a enamorarme así que me fui, di una prueba y me gané una beca, estudié y ahora estoy haciendo pasantías en esta empresa, no quería irme pero tenía miedo, solo quiero pasar desapercibido aquí, nunca dejé ver mi rostro por esa razón quería que cuando saliera de ese lugar nadie me reconociera y me juzgara, nunca pensé que tu lograrías reconocerme, pero quiero olvidar mi pasado, ahora iba a buscar al presidente de esta empresa quiero seguir con mi vida, no quiero volver a pensar que yo podría ser feliz cuando se que eso no es posible para mi, alguien con un pasado como el mío no merece ser feliz.

- Entonces mucho gusto yo soy Kim Taehyung, presidente de esta empresa- vi como el abrio sus ojos abruptamente estaba sorprendido, yo le dije que era heredero de una empresa pero nunca le dije de cual, después de la muerte de mi padre pase a cargo de ella, un silencio se formo, no quería que se sintiera inseguro, lleve mi mano a su mejilla y la acaricie- Jungkook no quiero que olvides tu pasado yo estoy dispuesto a aceptarte con él, porque yo fui parte de ese pasado, déjame amarte con tu pasado y todo, no digas que no mereces ser feliz porque no es así tu te mereces mucha felicidad, dame la dicha de ser yo la causa de tu felicidad, permíteme amarte Jungkook, caramelo me permitirías que te ame?- calló por un momento pero atravez de su mirada yo ya vi su respuesta.

- Si Taehyung, claro que si, soñé tantas veces con esto- algunas lágrimas empezaron a caer de sus ojos y su mirada se cristalizó, con mi índice limpié una de sus lágrimas- voy a ser feliz, lo seré verdad?.

- Si Jungkook lo seras, yo me encargaré de que eso suceda, te amo Jungkookie, mi dulce caramelo.

- Te amo Taehyung, te amo mucho.

Tome su barbilla y lo bese, sus labios eran dulces y suaves después de seis años lo volví a ver, el sentir sus labios era el paraíso, el beso fue lento lleno de sentimientos, yo lo amo y estaba feliz por tenerlo a mi lado, pero lo que más me hace feliz es saber que el también me ama.