2

17 3 0
                                    

—Joder nos van a regañar

Aquella voz resonó por parte de las instalaciones mientras dos jóvenes corrían de forma rápida, hacia uno de los "puntos ciegos" aquellos lugares en donde podían respirar  y dejar de ser soldados...Bueno si no es que los atrapaban antes. En los pasillos reinaba el silencio y la calma. Debido a la hora, ya habían echo el apagón general, la hora perfecta para que los enamorados encuentren su rumbo o eso decían ellos.

PH

nos van a atrapar solo si así tú quieres que sea— podría jurar que un escalofrío recorría mi cuerpo cada que aquel hombro susurraba, es que era simplemente Perfecto su tono. Chille sorprendida cuando fui arrastrada hacia uno de mis costados pero luego simplemente reí.

—Eres un caso serio General Kim— susurre con una sonrisa mientras lo miraba fijamente, este simplemente alzaba sus cejas de forma desinteresada y rodeaba mi cintura con sus brazos. Ya se nos había echo costumbre escaparnos...Solo teníamos poco tiempo para vernos en el día y no podíamos disfrutarlo tanto como quisiéramos.

Pasábamos la noche ocultos en uno de los puntos ciegos y al amanecer simplemente nos despedíamos... no podíamos hacer nada más al respecto, simplemente resistir y listo, como siempre lo hemos echo. Él tenía tantas facetas que nisiquiera estoy segura de cuantas me había enamorado, pero así estaba bien, nos apoyábamos...En un mundo donde la esperanza es un chiste, nosotros nos apoyamos.

-No seas tonta...Soy un caso por tu culpa— deje mi cabeza delicadamente sobre su pecho y disfrute de su calidez, era algo reconfortante...como si estuviera en casa.

—No es mi culpa, tú naciste rebelde yo simplemente apoyo la noción —Primero era incómodo hablar entre susurros ahora era algo rutinario, pero los dos estábamos cómodos con eso.

—Pues espero que sigas apoyando la noción por mucho tiempo más, si yo me hundo...mi pequeña muñequita lo hará conmigo— levante mi mirada entre pequeñas risas.

—No se si tomarme eso como algo lindo....o amenazador— Escuche su risa que fue pausada Gracias a unos pasos que resonaban por los pasillos exteriores. Los dos nos quedamos en completo silencio, mientras escuchábamos atentos.

Podía sentir la tensión del ambiente que cambió de algo lindo a algo totalmente estresante, se supone que luego del apagón general nadie debía estar por los pasillos.

—Búscalo, no debe estar lejos— aquella voz era bastante conocida, juraría que podía darle un rostro automáticamente. Pero me preocupaba el echo de que no fuese las nuestras.

—Debemos salir de aquí— asentí ante el susurro del pelinegro y busque con la mirada una posible salida. Una ventana...nada mal, algo incómodo pero nos saca del aprieto.

—Vamos—Tome su mano y camine hacia la ventana, apoyándome de un pequeño muro para subir y salir por esta, teniendo en cuenta que el perímetro esté seguro —Todo bien, sal— le avise a tae con un poco más de tranquilidad.

—Bien— pocos minutos pasaron para que esté ya estuviera fuera, y arrastrándome hacia mi recinto.

Pero como siempre los planes no pueden salir a la perfecccion, pasos comenzaron a escucharse tras nosotros y nos vimos obligados a correr, aun sintiendo que nos seguían de forma audaz. Agradecía el echo de que aún escapando él sostenía fuertemente mi mano.

—¡Ya detente maldito mocoso!— Reí siendo seguida por el pelinegro, era inevitable no burlarse de la situación.

Cuando el callejón ya no tuvo salida y no había a donde correr, los dos dimos la cara, juntos y con nuestras manos fuertemente sujetadas.

—General Namjoon— el primero en hablar fue mi acompañante, el cual parecía aliviado de solo ver a Kim frente a nosotros.

—Demonios taehyung, no puedes hacer ese tipo de cosas...si no hubiese sido yo ¿que sería de ustedes?¿eh? Y encima te llevas contigo a un soldado, sé que se quieren ver pero esto es peligroso— aparte mi mirada completamente consiente de lo que decía.

—Lo se...pero no contaba con que hubiese revisión en los pasillos, disculpe hyung—

—Disculpe general Kim —Hice una pequeña reverencia de forma rápida.

—Maldicion me hicieron dar una buena carrera ¿Por que si sabían que era yo, corrieron? — retuve la risa de forma rápida, en estas situaciones siempre era propensa a reírme.

—solo pensé que venías con un compañero, si eso hubiese pasado, no habría forma de ayudarnos. Además no podía simplemente dejar que atrapen a mi soldado— su soldado, era curioso cuando me llamaba de esa manera, pero técnicamente estaba en lo correcto.

—Bueno no hay mucho tiempo, deben despedirse ahora, vamos taehyung— suspire desanimada y mire al contrario, al menos habíamos pasado un poco de tiempo juntos.

—Adiós muñequita— sentí sus labios sobre los míos y simplemente sonreí, aun más al escuchar su susurro- te amo

—Yo también te amo —Solté su mano con cuidado y luego me di la vuelta, corriendo hacia el recinto femenino.

Capitan Kim Donde viven las historias. Descúbrelo ahora