Satisfied; haikyuu.

01

El día había llegado, el día en donde mi hermano menor, Shoyo, se iba a casar con Kageyama Tobio. Sus ojos reflejaban felicidad, los míos tristeza. Él estaba tan feliz, leía todas cartas que cierta vez Kageyama le había escrito, pequeñas lagrimas de felicidad salían de sus ojos, no soportaba ver aquella imagen. Estaba feliz, sí, mi hermano menor había conseguido la felicidad, pero... con el hombre que cierta vez yo amé.
Él dejó de leer las cartas y se puso aquel velo que nuestro padre le había comprado, me tomó de la mano sacándome de mis pensamientos y me miró a los ojos. Estaba feliz, sus ojos eran tan inocentes. Asentimos ambos al mismo tiempo sin decir nada y salimos de aquella pequeña habitación.

La música comenzó a sonar, Shoyo estaba sonrojado y feliz. Kageyama lo estaba esperando en el altar con una sonrisa. Eran tan... tan... bonitos juntos...
Me fui a sentar junto a mi mejor amigo, Daichi. Él me veía con aquella mirada amorosa que siempre me dirigió, lo ignoré. Pasaron los minutos, hasta que el padre ordenó que los novios se podían besar y todos comenzaron a felicitarlos y gritar de la emoción, aplausos y aplausos. Los novios salieron de la Iglesia para dirigirse a la carroza que los llevaría al salón de fiesta. Después de eso, todos en la Iglesia nos dirigimos ahí.
Estaba tenso, me sentía mal. No podía fantasear con el esposo de mi hermano, no ahora. Daichi lo notó y me tomó de la mano. Yo asentí y fue cuando entramos al salón.

Ahí estaba todo el mundo, felicitando a los novios o bebiendo. Otros también bailaban. Cenamos y fue ahí cuando mi padre me susurró "Es tu turno, Koushi. Felícita a los novios y ayuda a dar el brindis." Asentí y con la copa de vino me paré de mi silla, con una cuchara toqué la copa y todas las miradas se dirigían a mí. Y cuando quería hablar, Nishinoya, el mejor amigo de Kageyama me interrumpió.

"¡VAMOS! Démosle la bienvenida al padrino de honor, Koushi!"

Escuché los aplausos de todos y por un momento temblé, hasta que sentí la mirada de Kageyama, creo que me sonrojé. Bahhh, mejor hablo.

"Y-yo... ¡un brindis por el novio!" Todos alzaron sus copas mientras gritaban "¡por el novio!". Volví a alzar mi brazo, pero estaba vez diciendo "¡Un brindis a la novia!" Y todos volvieron a hacer lo mismo.
Las miradas de todos, mi hermano sonrojado y su esposo tomándole la mano.
"¡Por su unión! ¡Que siempre puedan estar satisfechos!" Todos gritaron un "WOAHHHH" y mis ojos de un momento se volvieron blancos. Mis manos y mis pies temblaban. Mis ojos se volvían un poco húmedos y todos mis recuerdos volvieron a mi mente.

Recuerdo esa noche. Tal vez me arrepienta de esa noche por el resto de mi vida. Recuerdo a todos los chicos que intentaban coquetear conmigo, todos borrachos. Recuerdo cómo las velas iluminaban el salón, las velas eran tan hermosas, que recuerdo cuando alcé mi mirada topándome con la cara de Kageyama. La primera vez que lo vi nunca me había sentido así, sus ojos azulados tan hermoso, su pelo bien acomodado y... esa sonrisa, la cual me atrapó.
Que cuando me dijo "hola" no sabía ni que responder y hasta olvidé mi nombre.

Encendió mi corazón; cada parte de mi corazón estaba en llamas, esto no era un juego. Me invitó a bailar y yo accedí. Cuando comenzamos a bailar, las miradas de todos estaban en nosotros.

"Me pareces un hombre que jamás ha estado satisfecho."

"Estoy seguro de que no sé a qué te refieres. Te estás olvidando de ti mismo."

"Eres como yo, se te ve en los ojos, nunca has estado satisfecho."

"¿Acaso eso está bien?"