Secret Admirer

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"Querido Avatar.

Sé que estás vivo y me alegro de que lo estés. La idea de tu muerte me destrozó y no sé por qué... ¡creí que eras mi enemigo! Pero, de alguna forma te convertiste en todo para mí y todos los días me arrepiento de no unirme a ti y a tus amigos. Tome la decisión incorrecta y debido a mi estupidez casi mueres.

Mueves mi mundo de una manera que nunca antes he conocido, Avatar. Esos ojos brillantes, esa sonrisa... la primera vez que nos conocimos, todo lo que quería era encadenarte y entregarte al Señor del Fuego, pero, ahora todo lo que quiero hacer es... bueno, tal vez no debería escribirlo aquí, alguien podría verme. El punto es, que en lugar de capturarte ¡tú me capturaste a mí!

Necesito verte. Esta noche cuando tus amigos estén dormidos, encuéntrame en el corredor oscuro detrás del edificio de la prisión... ¡no te preocupes, no estoy planeando atacarte en secreto! Quiero ver con mis propios ojos que aún estás vivo.

Tu admirador secreto."

Aang terminó de leer la carta, sacudió la cabeza, arrugó la carta y la aventó a un lado.

-No se preocupen-habló-no iré a ver a esta persona, probablemente sea un espía del Señor del Fuego o algo parecido-

-Pero ¿quién pudo haberla enviado?-preguntó Katara-me molesta saber que alguien de la nación del fuego sepa que estás vivo... ¡has hecho todo lo posible para que nadie te reconozca!-

-Hey, quien quiera que sea, eventualmente lo encontraremos y le patearemos el trasero-dijo Sokka encogiéndose de hombros. Los demás le restaron importancia al asunto y se prepararon para dormir, con el paso de los minutos, Katara, Sokka y Toph ya se habían quedado dormidos pero Aang era un caso aparte, su mente no dejaba de dar vueltas con respecto a la misteriosa carta, tomó el papel arrugado y volvió a mirarlo, aún si la carta decía que era enviada por un "admirador secreto" no tenía ni idea de quien podía ser. Tal vez se estaba volviendo paranoico y solo se trataba de una broma muy pesada o una nota enviada por un espía de la nación del fuego, pero no estaba seguro en realidad y la mejor forma de averiguarlo era yendo al lugar escrito en esa carta y verificar quien estaba tan interesado en saber que estaba vivo y lo más importante ¿cómo sabía esa persona que estaba vivo todo este tiempo? Se aseguró de que sus amigos estuvieran profundamente dormidos y tratando de no hacer ruido alguno, se alejó del campamento que habían instalado y se dirigió al edificio de la prisión para encontrarse con esta persona sin que ellos lo supieran.

Mientras tanto, Zuko estaba solo en el corredor esperando a Aang con un lirio de fuego casi marchito en su mano. Pasaron los minutos, poco a poco comenzó a perder las esperanzas y a pensar que el niño no vendría al punto de encuentro.

-Supongo que no vendrá-miró hacia abajo con tristeza, las lágrimas amenazaban con derramarse de sus ojos, arrojó la flor al suelo con un gruñido frustrado-bien ¡sé un idiota y déjame plantado! A ver si después me importa-

Estaba a punto de regresar al palacio, cuando, de repente, escuchó un ruido no muy lejos de él. Zuko volvió la mirada y pudo ver una sombra que se acercaba al corredor, no estaba seguro de si era la persona a la que estaba esperando así que se preparó para atacar a quien se acercara a él.

-¡Bien! ya estoy aquí-dijo esa persona a pocos metros del príncipe de la nación del fuego-dijiste que querías verme, así que ¡aquí estoy!-

-Avatar ¿eres tú?-preguntó Zuko mientras se acercaba a la persona oculta en las sombras-quiero decir ¿realmente eres tú?-

Secret admirer [one-shot zukaang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora