Las aventuras de ____ Ivanov

Parte I: La Ciudad Perdida De Paititi

Capítulo 1:Tadeo Jones

Un helicoptero pasa volando dentro de un cañón con rocas grandes y peligrosas, debajo de esta hay un agua cristalina que al pasar el helicoptero la agita.

-Águila 107 en camino, estamos llegando al objetivo-comunica el piloto del helicoptero al mismo tiempo que esquiva un puente hecho de roca,continua volando y esquivando hasta que al fin sale del cañón elevándose hasta encontrar un desierto con tres pirámides.

-Águila 107 a base la encontramos, es la pirámide, no era una leyenda, de verdad existe-dice mientras rodea la pirámide y aterriza, al hacerlo una voz femenina se escucha.

-Tadeo, a cenar-dice esta.

Todo vino de la imaginación de Tadeo, un pequeño pelinegro que quería ser arqueólogo.

Tadeo se encontraba sentado en un columpio manejando al helicoptero de juguete, vestía con un sombrero circular y ropa de explorador.

Al hablarle su abuela rápidamente se levanta.

-Un momento- le contesta a su abuela para dirigirse a un gran hoyo y en el camino agarrar una pala.

-Los arqueólogos acaban de llegar a la excavación- dice para sentarse - 107 a base iniciando exploración- dijo al contaron del helicoptero simulando un radio.

Tira el control hacia atrás para luego comenzar a excarvar cuando un par de niños de su edad lo llaman.

-Oye Tadeo, ¿ya encontraste algún tesoro? - pregunta uno.

-Aún no- responde Tadeo dejando de escavar para verlo para después seguir con lo suyo.

-Ja, nunca encuentra nada- dice el otro.

-Perdedor- dice el primero para después irse junto con su amigo.

-Tadeo, la cena se enfría- insiste su abuela al ver que no entra.

-Ya voy- responde siguiendo escarbando.

-Uno, dos y tres- dice dando las últimas removidas de tierra.

En la tercera encuentra algo cuadrado de oro con algo grabado, al sacarlo lo limpia con un cepillo y se da cuanta que es una mancuerna.

-¿Oro? - dice fascinado.

-¡Oro! - exclama alegremente.

-Oro, encontré un tesoro de verdad- dice nuevamente para irse de ahí y adentrarse a casa.

°°°

Tadeo se encontraba en su cuarto, decorado por recortes, posters y demás cosas de arqueología, para ser más específicos en su cama junto a su abuela la cual sostenía en la palma de su mano la mancuerna que encontró Tadeo.

-!Oh! Esto es uno de los gemelos de tu padre, decía que eran sus gemelos de la suerte siempre- dice explicándole a Tadeo.

-Wow- exclama levantando los brazos hacia arriba - ahora ya no seré un perdedor, ¿verdad?- pregunta inocentemente.

-Claro que no Tadeo, tu nunca has sido un perdedor, tu estas hecho para hacer cosas grandes- dijo para devolverle el gemelo.

Tadeo al tomarlo se metió entre las cobijas y lo dejó en la mesa de noche enfrente de la fotografía de sus padres viéndolo a fijamente.

-Buenas noches amor- dice para luego darle un beso en la megillas e irse.

-Espera- la detiene Tadeo -Se te olvidó ver si hay mounstros- dice.

-¡Ay! Casi se me olvida- contesta para posteriormente revisar en el armario, baúl y debajo de la cama diciendo nada cada vez.

-No hay monstruos en la costa-

-Papá no le tenía miedo a nada, verdad- dice observando la fotografía de sus padres.

-Claro que sí, pero tenía el valor de enfrentarse a sus miedo- dice acercándose más a la puerta.

-Y puedes decirme a que le tenia miedo--dice levantándose de la cama.

-Ay, a que su hijito no se fuera a dormir temprano- bromea apagando la luz.

Tadeo resopla frustrado al no obtener respuesta y se acuesta.

-Que tengas hermosos sueños Tadeo. Cuando seas mayor seras él rey de los cazatesoros-dice recargada en el marco de la puerta para luego cerrarla.

Al estar en la nos segundos en oscuridad se prende una luz roja de afuera y una sombra tenebrosa de una mano huesuda asusta a Tadeo.

-Ay no, abuela- la llama Tadeo sin éxito.

Toma el gemelo de su padre y lo pega a su pecho con las dos manos para luego bajarse de la cama de un brinco y poco a poco acercarse a la ventana.

Al llegar a esta pone ambas manos en el marco asomando su cabeza lentamente hasta ver el anuncio de una horrible, huesuda y verde momia con ojos amarillos, Tadeo vio la vio a sus ojos pero le ganó el miedo así que cerró la cortina de su ventana regresando corriendo a su cama ocultándose entre sus cobijas y mirando hacia la ventana.

-Oye vendas , muy pronto voy a ser mayor y ya no te tendré miedo- al terminar mira al gemelo en su palma y hace puño apredandolo.