En el olvido || Kaisoo

Capítulo 0

La señora Kim era la abuelita más linda que he conocido, canta canciones hermosas y sale a regar sus plantas cada mañana desde que tengo 8 años; vivíamos a la par de ella con mis padres, pero, tuvieron un accidente cuando tenía aproximadamente 15 años, por lo que mi hermano mayor se hizo cargo de mi.

A la semana de la muerte de mis padres, llegó un moreno a vivir con la señora Kim, creo se llama JongIn, no se si también perdió a sus padres, pero al principio se notaba alguien triste y tímido, pero después de un mes, escuchaba su risa escandalosa e incluso vi que se hizo amigo de varios chicos del vecindario. Yo en cambio, me hice más reservado, dejé de salir, dejé de ir a la escuela. Lo único bueno que hice fue convencer a mi hermano de casarse e irse a vivir con su mujer. 

Básicamente vivo de la herencia que dejaron mis padres y de mi trabajo. Tomé un curso de taxidermia y empecé a vender mis animales, claro que iba al bosque a buscar animales muertos, siempre he estado en contra de cualquier tipo de violencia, con criaturas indefensas, los humanos son muy diferentes.

Viví cinco años escuchando al moreno reír, cantar, terminar relaciones e incluso lo vi bailando en su balcón. Se miraba hermoso, tan concentrado en sí mismo, como si nada existiera. Un chico de 18 años que desbordaba tanta pasión pero...sufría. Yo más que nadie podía verlo, en su mirada, en su sonrisa vacía, nadie lo notaba, ni siquiera sus amigos. Pero yo sí. Do KyungSoo veía que el chico de ojos color almendra sufría, podría jurar que más que yo.

Una mañana en el cumpleaños de el chico Kim, exactamente la mañana de su cumpleaños 18, escuche el grito más horrible que pude haber escuchado, que siguió con un llanto desgarrador. 

JongIn se había suicidado.

La abuela Kim entró en shock, salió y se sentó a fumar en su mecedora. Yo pensaba en llamar a la policía o los servicios paramédicos, pero me dijo que no estaba preparada para dejarlo ir, que la dejara estar con su nieto más tiempo. Yo acepte y fui a ver a JongIn, se veía hermoso, era como ver una obra de arte con un desenlace tan trágico pero a la vez tan espléndido. Tenía al ser más hermoso del mundo frente a mi. Era un ángel.
Me di cuenta que yo tampoco estaba preparado para dejarlo ir, dejar de verlo bailar, dejar de escuchar su risa a las 3 de la mañana. Tenía que conseguir que el regresará. No podía perder algo que ni siquiera había podido tener.