Cap.14

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Jimin: Buena idea Han *mira a Erika pervertidamente*

Hannon: Va, dile que sí.

Erika: ... Bueno... Vale *roja*

Jimin: Gracias bb *la besa*

Hannon: JIMIKA IS REAL, WIIIIII!!!

Erika: Bueno... Vamos a casa?

Hannon: Oki (:3)

*Ya en casa, te tiras al sofá.

Suga: Cansada?

Hannon: Jimika es real.

Suga: Qué es eso?

Hannon: Jimin + Erika.

Suga: Aah, y tengo que darte un castigo.

Hannon: Q-qué?! Porqué?!

Suga: Oh vamos no seas tonta

Se acercó a tí y te acorraló en una pared.

Hannon: Q-qué haces? *pensando-->* Tae ayuda...

Suga: Oye pequeña, en qué piensas?

Hannon: E-en nada...

Suga: Vamos, mírame a los ojos y dímelo.

Hannon: N-no es nada...

Tae: *telequinesis* Ni se te ocurra mirarle a los ojos, puede controlar mentes!!

Hannon: Déjame salir de aquí, tengo que hacer la cena.

Suga: La cena puede esperar, tengo ganas de tí.

Hannon: Yoongi, n-no—

Antes de que puedas reprochar, Suga empieza a besar tu cuello. Tu mente queda totalmente en blanco, provocando que no puedas reaccionar y te dejes caer hasta el suelo, quedando sentada. Yoongi aprovecha esto para sentarse encima tuya y comenzar a morder y lamer tu cuello, dejándolo lleno de marcas.

Hannon: Y-Yoongi...p-para ya...

Suga: Jamás.

Dice esto último mientras pasa sus manos por tu espalda por dentro de tu camisa, cogiendo el abrochador de tu brasier.

Hannon: No! Yoongi-

Sin darte tiempo a responder, Suga toma tu rostro sosteniéndolo por el mentón, obligándote a mirarlo a los ojos.
Te dejas hipnotizar por su perversa mirada, y él aprovecha y te desabrocha el brasier.
Antes de que te des cuenta, te quita la camisa junto con el brasier, dejando tu parte superior del cuerpo totalmente desnuda.
Instintivamente cubres tus pechos con tus brazos, pero Yoongi sonríe ante tal acto y los aparta delicadamente.
Velozmente se lanza hacia tus labios, recorriendo tu boca con su lengua, mientras masajea tus pechos con sus frías manos.
Los escalofríos que sus manos te provocan y el calor que Yoongi te hace sentir te hacen perder el juicio, haciendo que te entregues a él aunque en un principio no quisieras.

Suga: Ahora eres mía.

Susurra esto en un tono perverso en tu oído, haciendo que te estremezcas completamente.
Aún estando casi encima tuya, Yoongi toma tus piernas y las echa hacia atrás, tumbándote en el suelo y quedando debajo suyo.
Te estremeces al entrar en contacto con el frío suelo, aunque tu cuerpo estuviera ardiendo.
Yoongi se lanza de nuevo hacia tus labios, mordiéndolos suavemente para no hacerte daño.
Tú simplemente sueltas pequeños gemidos entre beso y beso, algo que enciende más aún a Yoongi.
Comienza a bajar sus besos poco a poco por tu cuello, pasando entre tus pechos y deteniéndose donde empiezan tus pantalones.

Suga: Tus pantalones me estorban.

Trata de desabrochar el botón y la cremallera de tus pantalones, pero enseguida niegas con la cabeza.

Hannon: Y-Yoongi, ya está bien...

Suga alza la mirada. Tú le devuelves una mirada entre atemorizada y arrepentida.

Suga: ¿Acaso quieres que sea bruto contigo?

Sube de nuevo hacia tu rostro, estando su cuerpo completamente encima del tuyo y haciendo que te sientas acorralada.
Miras fijamente sus intimidantes ojos oscuros.
Es sorprendente el poder que contiene la fría mirada de Min Yoongi.
Bajas la mirada mientras negabas levemente.

Suga: Así me gusta.

Baja de nuevo a tu cadera, desabrochando al fin tus pantalones y quitándotelos, dejándote solo con unas panties puestas.
Antes de quitarlas, alza la mirada nuevamente.
Tú miras hacia otro lado por simple vergüenza, y él sonríe ante este acto.
Te quita las panties y te sonríe antes de comenzar a lamer tu intimidad.
Arqueas tu espalda levemente como acto reflejo, y cierras los ojos mientras echas tu cabeza hacia atrás por el placer.
Yoongi continua lamiendo aquella zona, haciendo que tu respiración se acelere.
Tus gemidos se van intensificando conforme él va repitiendo los movimientos que hacía con su lengua.
Justo antes de que llegues a tu clímax, Suga se aparta, arrodillándose delante tuya.
Con tu respiración aún acelerada, lo miras desde abajo suyo.

Suga: Tranquila, preciosa, no te voy a dejar con ganas de más.

Te dice esto en un tono seductor mientras se quita la camiseta ágilmente y se desabrocha los pantalones.
Te fijas en la erección que se ocultaba bajo su ropa.

Suga: Sí, esto lo has provocado tú.

Dice esto al notar donde estaba puesta tu mirada.
Toma tus manos para tirar de ellas, atrayendo tu cuerpo hacia el suyo y pegándolo a él.
Toma tu cintura con sus manos y te mueve hacia abajo, haciendo que te sientes sobre su erecto miembro.
Gimes al dejarte caer y pasas tus piernas por su cintura y lo abrazas por el cuello.
El rostro de Suga queda a la altura de tus pechos, aprovechando para besarlos, morderlos y dejar marcas sobre ellos.
Instintivamente comienzas a moverte con pequeños saltos con su miembro dentro de ti, haciendo que de la boca de Yoongi salgan leves gemidos roncos.
Te abraza por la cintura aferrándose más a tu cuerpo, mientras toma tus nalgas con sus manos para acompañarlas durante tus movimientos de cadera.
Vuestros gemidos producidos por el placer eran el único sonido presente en la sala.
Las manos de Yoongi guían cada movimiento que haces, como si te estuviese controlando.
Vuestras respiraciones se van agitando conforme os acercáis a vuestro clímax.
Yoongi apoya su cabeza en tu hombro, permitiéndote escuchar los roncos gemidos que soltaba.
Sabes que estas a punto de llegar al orgasmo cuando se te acelera notablemente el pulso.
Sientes que el corazón de Yoongi comienza a latir más rápidamente también.
Tras unos saltos más por tu parte, acabas estremeciéndote completamente, fortaleciendo tu agarre de su cuerpo y arqueando la espalda, gimiendo más sonoramente. Sientes que el placer inunda tu cuerpo a la par que Yoongi llega también al orgasmo, corriéndose dentro de ti.
Tras unos segundos, los que tardan en estabilizarse vuestro pulso y respiración, Yoongi sale de ti y te deja  sentada en el suelo mientras se vuelve a poner su ropa.

Suga: Espera, me he venido dentro de ti...

Hannon: Tranquilo, Yoongi, hoy es de mis días seguros.

Yoongi te sonríe satisfecho mientras te vistes tú también.

Una pérdida tiene un lado bueno, no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora