Capítulo Uno.
Mis pesadillas.
Todo comenzó con mis intensas pesadillas.
Si, sé que todos solemos tener pesadillas, pero las mías tienden a ser un poco realistas. Ya que suelo sentir todo lo que pasa en mis sueños en vida real cuando no es así, me llamaran loca, pero no, no lo estoy.
Van exactamente dos semanas en las cuales si he pegado el ojo al menos tres horas seguidas es algo extraordinario, ya que no pasa usualmente. No solo me siguen y me observan. Están volviéndome loca, olvido donde guardo mis cosas, lo poco que duermo me hacen tener parálisis del sueño, están acabando lentamente con mi poca salud mental.
Al despertar suelo tener moretones y rasguños por todo el cuerpo.
No he querido ir decirle a mi madre porque lo asocio a la nueva casa y que son solo eso, pesadillas. Vivo solo con mi madre y mi pequeño, pero demonio hermano Hazæl.
Somos prácticamente nuevos en el vecindario. Mi madre luego de separarse de papá tomó la custodia completa y decidió que nos mudaríamos. No conozco a nadie aquí. Salvo al vecino del al lado que solo lo he visto de lejos.
Por lo que vi solo vive él con un otro chico que debe ser su hermano porque tienen bastante parecido, su madre y su mascota, un perrito super irritante que ladra en todo momento y no deja de chillar.
He llegado a la casa hace un rato ya que mi mamá para que "mate el aburrimiento" ha decidido por mí a que busque un trabajo, al llegar me encuentro con todo hecho un lío. No estaba así al salir esta mañana con mi madre y Hazæl.
Alguien ha entrado no solo el día de hoy. Hace unos días fue exactamente igual. No llamaré esta vez a mamá porque dirá que es cosa de mi imaginación ya que hace unos días sucedió lo mismo y al llegar todo estaba en su lugar como si nada hubiese pasado nada y también dirá que soy una frenética y desquiciada y que siempre estoy inventándolo todo, eso fue lo que dijo hace unos días cuando ocurrió por primera vez.
Al llegar al segundo piso el ambiente se siente extraño. Por instinto se me erizan los vellos y me siento fría, como acto de reflejo veo pasar una pequeña sombra pasar de mi habitación al baño.
—Hazæl deja de jugar no seas infantil— grito a la nada.
Segundos después escucho un cristal romperse en mil pedazos, corro hacia el sonido y me encuentro con el espejo hecho trizas y manchas rojizas en el suelo. Marcho hacia el teléfono por ayuda. Por reflejo veo pasar la sombra nuevamente por mi costado izquierdo, pero esta es de un tamaño promedio y me distraigo al verla pasar velozmente.
Al distraerme brevemente tomo mi recorrido a mi celular nuevamente, pero me estrello contra un cuerpo duro, muy alto y fornido.
¿Una persona puede ser tan alta?
Toda su cara está excelentemente cubierta, no veo señas de su fisonomía. Repentinamente siento mi espalda muy humedecida y con un fuerte dolor. Toco mi dorso y está húmedo con un líquido tibio y espeso. Sangre.
Volteo a mi atacante.
No me encuentro con nadie.
Cierro los ojos fuertemente y caigo de rodillas por el dolor. Abro los ojos nuevamente y me coloco de pie desorientada. Intento aclararme, ya que estoy hiperventilando y transpirando. Inhalo atemorizada y toco mi espalda y no me encuentro con nada, solo sudor.
¿Qué acaba de pasar?
Fue una pesadilla.
Acabo de tener una pesadilla en la cual he sido apuñalada sin saber por quién o con qué. Veo a todos lados y me encuentro en mi habitación. No estaba aquí la última vez cuando quedé inconsciente. La luz del sol es notoria por las ventanas y me hace saber que ya es otro día. Reviso mi celular y son las 9 de la mañana. Me he dormido toda la tarde de ayer.
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Fallen.
FantasyADVERTENCIA: Contenido (+21). Avery, la chica inocente que pasa desapercibida tipo cliché, nadie la ve, nadie la presta atención, pero que se sabe el kamasutra de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Es la chica problema aunque ella ni lo not...