Del odio al amor

Capitulo 1- No te tengo miedo.

Soy Alice, Alice Cooper, no te preocupes en recordar mi nombre, me importa poco.

Me mudé hace unas semanas a LA, transfirieron a mi padre aquí así que, no me quedaba de otra, aún soy menor de edad, no puedo vivir sola y blab bla bla. 

-Hija, ¿por qué no subes a ver tu habitación?.- 

-Como digas...- Dije sin ánimos, subí las escaleras ya que quedaba en el segundo piso.No era la gran cosa, era grande pero, le faltaban arreglos. Bah no tengo que preocuparme por eso, lo haré yo misma.

-¿Qué tal?- Dijo una voz acercándose a mí.

-Quién te dijo que entraras ¿eh?- Bromeé, mi padre frunció el ceño.

-Oh,vamos, estoy bromeando.- Le guiñé el ojo, él sonrió.

-¿Y bien? , ¿qué te parece?- Dijo observando detalladamente toda la habitación.

-Es genial.- Dije son una sonrisa torcida.

-Vamos, quita esa cara, esta será la última vez que nos mudaremos.- Tomó mi mentón y sonrió dulcemente.

-Dices eso todo el tiempo.- Dije seria

-Debo seguir desempacando.- Se despidió y salió de la habitación.

Comencé a abrir las cajas, tenía que desempacar, la habitación era grande y yo no tenía muchas cosas así que termine rápido.

-¡Wow! , que cambio.- Comentó mi padre al rato.

-Está genial ¿cierto?- Dije orgullosa de mi trabajo.

-¿Ves? , te dije que te iba gustar estar aquí.- Dijo abrazándome.- ¿Que quieres comer?-

-¡Pizza!- Grite tomando el teléfono, mi padre soltó una carcajada, ordenamos pizza grande con doble queso, era mi preferida, la orden llego rápido, tome la pizza y le di algo de propina, comencé comer desesperada, moría de hambre(siempre).

-¿Satisfecha?- Dijo riendo, yo solo asentí, no podía hablar, estaba que vomitaba de tanta pizza que había comido, mi padre me veía graciosa.

-No te burles.- Dije subiendo las escaleras lentamente mientras él las subía casi corriendo.

-¡Recuerda que tienes escuela mañana!-Dijo gritando.

-Gracias por recordádmelo, papá- Grité con sarcasmo, entré a mi habitación, terminé de ordenar un poco, y me dispuse a dormir, mañana será un largo día

...

Los rayos de sol golpearon mi cara, sí, hoy era el día, me dirigí al baño con pereza, cepillé mis dientes y tome una ducha de agua fría para despertarme, me vestí, tome mi mochila y bajé a desayunar.

-¡Hola papá!- Dije sentándome y tomando un sorbo de zumo de manzana.

-Buen día, hija.- Dijo besando mi frente.- Apúrate, debes llegar temprano.- Tomó las llaves de su auto y salió.

-Gracias por dejarme desayunar, papá.- Dije sarcástica.

-De nada, hija.- Dijo de la misma manera. Subí al auto, saqué mis audífonos y no supe de nadie hasta que llegamos.

-Gracias.- Dije bajando del auto, pensé que diría algo pero solo sonrió y se fue, gracias al cielo pensé que diría algo como "Oh, hija,espero hagas muchos amigos hoy" eso sería tan cliché. Comencé a caminar y a observar el lugar, era... Genial, noté que me miraban, pero no les di importancia, busqué mi casillero, la primera clase estaba por empezar y yo ni siquiera sabía dónde estaba el salón. Genial ¿no?