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—¡Oh, vamos!

—Dije no, Hyukjae.

—Eres el único en quien puedo confiar —dijo Hyukjae, su voz más suave esta vez, y menos insistente—. Te pido ayuda como mi mejor amigo.

—Esto no es como que te ayude a llevar cosas a tu auto. Eso es ayudar a un amigo. Lo que estás preguntando... no, Hyukjae. No. No puedo. No lo haré.

—Nadie lo sabrá nunca, Donghae. Todo lo que pido es un beso, así no seré totalmente inexperto cuando comience la universidad en un par de meses.

—¿No puedes encontrar a otro hombre? ¿Alguien que sea gay?


¿Quién estaría más que dispuesto a besarte?

No podía creer que estaba teniendo esta conversación con Hyukjae, una vez más. Claro, nos acabábamos de graduar de la escuela secundaria hace unas semanas y mi madre ya nos habían instalado en un departamento de dos dormitorios. Después de todo, éramos mejores amigos, desde el jardín de infantes. 


Él había salido del closet ante mí y sus padres hace unos años. Nunca me molestó en absoluto y nuestra amistad continuó como si nada hubiera cambiado, porque en realidad, nada lo había hecho. Pero siendo el hombre tímido y un poco nerd que era, nunca había tenido el coraje de salir con ningún chico en la escuela secundaria. Ahora, temía que su falta de experiencia solo llevara a la soledad en la universidad.


—No conozco a nadie que lo sea. Bueno... no a alguien a quien quisiera besar.


Mi frente se curvó ante eso.


—Además —continuó—. Eres tú. Así que no es como si tuviera que preocuparme que quisieras más o que te hagas la idea equivocada, ¿verdad?

—Sí. Eso es malditamente seguro —resoplé.

—Vamos, Donghae. Un beso. Eso es todo. Y dejaré de molestarte.


Me apoyé contra el mostrador de la cocina, frotando mis palmas sobre mi cara. Nunca dejaría de preguntar. ¿Qué daño podría hacer de todos modos? Él tenía razón. Nadie lo sabría sino nosotros. Confiaba en él para mantenerlo entre nosotros y no ventilarlo.


—Bien —dije en voz baja.

—¿En serio? —chilló Hyukjae de emoción, saltando para pararse frente a mí—. ¿Ahora?


Lo mejor es terminar con esto.


—Sí. Ahora.

—Bueno. Cómo...


No lo dejé terminar. Solo agarré los lados de su rostro y lo besé. Su inexperiencia fue obvia al principio, al igual que su sorpresa. Podía decir que no sabía qué hacer. Solo traté de hacer lo que haría con cualquier chica. Comenzar lentamente, luego empujar más profundo. Así que eso es lo que hice.


Al principio solo eran labios. Presionando. Tirando. Frotando. En unos pocos segundos, Hyukjae comenzó a responder, imitando mis movimientos. Sus labios suaves y húmedos acariciaron los míos. La sensación de su beso envió calor entrando en cascada a través de mí. Él mordió mi labio inferior y fue entonces cuando me perdí.

Solo un Beso (EunHaeHyuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora