Karol se va a mudar a una nueva ciudad, va a dejar atrás todos los buenos recuerdos con sus amigos y familiares para empezar de cero en un nuevo instituto, donde no conoce a nadie y no sabe nada sobre nadie, pero... a lo mejor no es tan malo como lo...
-Karol despierta, ya hemos llegado - abrí los ojos lentamente mientras mis padres salían del coche y cerraban las puertas, me froté los ojos y salí también, había muchos edificios alrededor y personas paseando por la calle, me fijé en la que ahora era nuestra casa.
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"Bueno, por lo menos es bonita...supongo"
Mi padre sacó una llave y abrió la verja, entramos y yo contemplé el jardín, pasé por el lado izquierdo de la casa, donde no había nada, y me encontré con una puerta blanca, la salté y llegué al patio trasero, delante de mi había un espacio y después otra valla con una casa detrás. Me fijé en una silueta que se acercó a la valla, era un chico alto de cabello rubio, se acercó a mi y me sonrió
-Hola, ¿eres nueva en este barrio? - asentí esperando que fuese buena persona - Entiendo, me llamo George, ¿y tú?
-Karol, un placer - pasamos las manos por la verja y nos saludamos cortés mente - ¿cuanto tiempo hace que vives aquí?
-Unos cuantos años, más o menos cinco, ¿cuantos años tienes?
-Trece
-¿Enserio? Yo también, ¿tienes hermanos?
-No, soy hija única, mis padres solamente querían un monstruito al que cuidar, ¿tu eres hijo único?
-No, yo tengo una melliza de mi misma edad llamada Abril, te la puedo presentar si quieres - me pareció una buena idea, George entró en su casa y minutos después salió acompañado de una chica un poco más baja que él, tenía el cabello rubio igual que su hermano y lo llevaba recogido en dos moños, se acercó y me saludó
-Hola, eres la nueva en la ciudad, ¿verdad? Me llamo Abril, soy la melliza de George, un gusto
-Yo soy Karol
-Oye, ¿te parece bien si te enseñamos el barrio?
-Me encantaría, pero acabo de llegar y he de deshacer las maletas, quizá más tarde
-De acuerdo - sonrió George, los mellizos se despidieron de mi y entré en mi nuevo hogar, lista para admirarlo.
No era nada del otro mundo, me decepcionó bastante y decidí pasar directamente a mi habitación, subí las escaleras y revisé todas las habitaciones, elegí la que estaba al final del pasillo, al parecer ya había muebles. Dejé mi cuaderno en la mesilla y bajé para recoger mi maleta, la arrastré hasta el piso de arriba y empecé a guardar la ropa en el armario, también preparé un poco la habitación y finalmente la admiré. Había una ventana al lado de mi cama, me asomé y vi a George en la ventana de enfrente
-Hola - le saludé, se volvió hacia mi y me saludó con la mano, cerré la ventana y decidí enviarle a mis amigas una foto de mi cuarto
