NSQTP ☞JB-OneShot-TERMINADA

Capitulo 1.

Era una noche de noviembre, era fría y estaba lloviendo. Faltaban unos minutos para que el reloj de la gran casa dara las 10 de la noche, la hora de cenar. Miré a mi hermano, estaba sentado en la cama de su enorme habitación mientras jugaba a los juegos con su Xbox.

Tu: Ryan, me voy a dar una vuelta mientras viene mama del trabajo. Ahora vuelvo –dije mientras el me ignoraba completamente desde su cama-

Ryan: Vale! –Asintió y siguió sin apartar la mirada del televisor de plasma que tenia delante de su cama-

Bajé las escaleras de la casa. Todavía no habían llegado nuestros padres del trabajo, pero estarían seguramente apunto de hacerlo. Mientras, salí a la calle después de coger mi chaqueta, porque hacía algo de frío. Quería despejarme un rato con el aire fresco de la calle.

Empecé a caminar por la acera de la calle, todavía estaba húmedo el suelo de la lluvia que había caído hacia unas horas, al salir del colegio.

Me abracé a mi misma con mis brazos cubriéndome el pecho, porque hacía demasiado frío y empecé a dejar mi mente volar.

Escuché unos ruidos detrás de mí, pero no le di mucha importancia y seguí mirando al suelo mientras caminaba y dejaba mi mente volar para despejarme. Peor de nuevo, los volví a escuchar.

Volteé hacia atrás y miré como un coche aparcaba a lo lejos de la calle, estaba aparcando delante de mi casa y de él salió una mujer, era mi madre, no decidí saludarla y seguí caminando. No quería que se enterara de que yo estaba fuera de la casa y menos en la noche cuando nadie andaba por la calle, era muy pesada con el tema de “Hay mucha gente mala y más de noche, así que nunca vayas sola. No quiero que te pase nada malo”, siempre me repetía esa frase antes de irme de casa, ya fuera a casa de mi mejor amiga Leslie o a una fiesta a la que me habían invitado, aunque no era de mucho salir, siempre prefería quedarme en casa viendo la TV que ir afuera con personas que no hacían mas que beber y beber en toda la noche para luego estar tirados por el suelo borrachos.

Escuché de nuevo unos ruidos detrás de los arbustos mientras caminaba y me alejaba cada vez mas de la casa. Me estremecí por primera vez y decidí parar de caminar. Me detuve en medio de la calle para observar y comprobar que nadie me seguía y así hice. Nadie me seguía pero esos ruidos extraños, que provenían de los arbustos de una de las casa me estremecían cada vez que los escuchaba.

Miré al cielo y la luna iluminaba toda la calle, estaba el cielo despejado y por eso hacia tanto frío, aparte de porque estábamos en pleno invierno, tenía ganas de que fuera verano de nuevo para irme a la playa de Los Ángeles, pero para eso habría que esperar un tiempo.

Escuché un ruido fuerte estruendo que retumbó en toda la calle. Me tapé los oídos rápidamente para no quedarme sorda. Que había sido eso?

Con rapidez me volteé hacia todos los lados de la calle para saber que había pasado. Pero no veía nada, volví a escuchar ese estruendo al final de la calle y noté a dos personas en el fondo de la calle. Estaba en shock con lo que acababa de pasar. Intente pensar que podía ser, pero conforme me acercaba hacia esas dos personas pude ver perfectamente lo que estaba pasando. Había una persona tirada en medio de la calle, en el suelo mojado por la lluvia. No podía ver muy bien con mis ojos y por la oscuridad de la noche, de quien se trataba pero si pude comprobar que cuando me estaba acercando los dos chicos que estaban de pie rodeando a aquella persona tendida en el suelo, empezaron a correr hacía mi, mientras un coche asomaba al principio de la calle y venía muy rápido hacia esos hombres. Con un derrape en el asfalto levanto el humo en la oscuridad de la noche y paro en seco al alcanzar a esos dos hombres, se subieron rápidamente al coche mientras aceleraba la velocidad y pasaban a mi lado. Pude ver sus caras, era un hombre blanco de unos 25 años aproximadamente con el pelo corto y moreno, llevaba una pistola en la mano con la que me apunto a través del cristal de la ventanilla del coche y esbozó una sonrisa que hizo que me estremeciera por el escalofrió que recorría mi cuerpo. Y el otro era de pelo rapado y de cara estrecha. Pude ver su cara por la ventanilla de la parte trasera del coche.