UN ALMA POR LA DEL MUNDO

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-escucha Hana....- jadeando.- lo sentimos ,lo sentimos tanto.-.......perdónanos Hana ......

Desperté de un sobresalto esa mañana, había escuchado esas palabras antes, sonaban tan tristes y familiares, porque lo recuerdo ahora, no podía pensar mientas oía a mi padre tocar mi puerta como cada mañana, solo faltaba una semana para empezar las vacaciones, nadie espera llegar tan temprano al colegio, pensar que luego de las vacaciones seré una universitaria, era genial, me gustaba mi vida, me gustaba como era hasta ahora.

Era como cada mañana, bajaba de mi dormitorio con el pijama tan grande que mi madre pensaba que crecería por entra al equipo de básquet, aun no puede aceptar que su hija solo mida 1.58, pero buen, esas arrastradas y malgastadas mangas que me colgaban de los brazos no me iban a impedir tomar un buen desayuno.

-oh Hana, el pijama lo llevas arrastrando, al menos deberías remangarlo no crees?.- lo decía mientras miraba que no se quemen los huevos, como si tuviera los ojos en la cabeza

-si claro.- asentí, mientras le daba un mordisco a mi pan.- seguía pensando en aquel sueño, si algo de eso era real, estaba segura de haberlo escuchado en alguna parte, estaba segura de eso

-Hana , en que piensas?.- mi padre se sentó en la silla al lado mío, y mi madre le ponía el desayuno en su plato

-nada, solo tuve un sueño extraño.- no era tan extraño, estaba segura que era importante, una parte de mi me decía que debería dejarlo y la otra me decía que tengo que averiguarlo, era algo complico, no se lo podía decir a mi padre, así que solo me fijaba en el desayuno

- ya está cerca las vacaciones, y tu madre y yo te tenemos una sorpresa, así que no llegues tarde a casa, vale?.- mi padre miraba de forma coqueta a mi madre, estaba emocionada, siempre me tenían las mejores sorpresas

-si.-asentí, hoy también era mi cumpleaños y si de algo estaba segura era de que los mejores regalos eran de mis padres, aunque tini también dijo que tenía una sorpresa para mí, deseaba acabar rápido con mi desayuno y salir de casa, iba invitar a tini y tom a mi casa, me sentía emocionada

Mi padre término de desayunar, me dio un beso en la frente y fue hablar con mi madre, aunque hablaban tan bajito como si se asegurasen de que no los descubriera, habían sido tan buenos conmigo, que creo que, mi emoción se había disipado y sentí que no los merecía. Mi madre sentó a mi lado con su taza de café.

-tu padre esta muy emocionado, no?

-si.- dije

- me encanta verlo así, sabes, ahora que cumples de 16 años, muy pronto iras a la universidad y será difícil no tenerte cerca, quería decirte que fueron los mejores 10 años de nuestras vidas, te lo agradecemos Hana.- las lágrimas cayeron de los ojos de mi madre, lo entendía, me habían adoptado a los 5 años, una pareja que no podían tener hijos

- ma..ma..estas bien.- me acerque a ella y la abrace.-también fueron los mejores años de vida, sé que nunca podre agradecerles lo que hicieron por mí, me ayudaron tanto y me enseñaron tantas cosas.- no pude controlarme, realmente los merecía?, entonces también estalle en llanto

- oh , Hana , querida.- mi madre me había abrazado y nos quedamos así por 5 min , antes que dijera que se me haría tarde para ir a la escuela, me beso la frente y se levantó a recoger la mesa, mientras yo subía a mi dormitorio a cambiarme de ropa.

No era la primera vez que algo así sucedía, mi madre tenía la costumbre de llorar desde que cumplí 13 años, pero aún así me hacía sentir triste, mientras me cambiaba de ropa, pensaba en mi padre, en el sueño y la sorpresa de esta tarde, cuando termine de cambiarme baje a la sala, mi madre había salido de compras y dejado una nota.