Nuevo Comienzo.

Capitulo 4

(editado)

En algún bar de Amsterdam
04:03 AM
*Hermoso*

Las luces, los cuerpos sudorosos, la música. Perfecta fiesta para alguien que quiere divertirse, ¿no?

Para alguien que quiere olvidar...

Como película cliché Louis se encontraba en medio de la pista, quieto y viendo todo los cuerpos moverse. Se movía todo en cámara lenta y la música no le llegaba. Su organismo llevaba mucho alcohol en él.

No sabe con exactitud cuanto tiempo lleva ahí parado, tan poco recurda como es que llegó a ese lugar  y no sabía exactamente qué fue lo que ingerio por última vez.

Charlie apareció en su campo de visión. Caminaba hacia él con cara de preocupación y el omega no podía estar mas feliz, no sabía exactamente el por qué.

A Charlie lo conocía desde la primaria, antes que todo pasara...

Ayudó mucho a Louis a sobrevivir a... A todo.

"Louis, responde" parpadeo y desconcertado llevó su vista a Charlie quien le hablaba. No sabía cuando llegaron al patio. Sintió el frío colarse por su camisa la cual estaba algo levantada en su espalda baja. Sus ojos se cristalizaron y abrió la boca, el llanto venía y el alfa lo tomó de la mejilla para llevarlo a su pecho...

Louis gritaba, lloraba, el aire se le iba...

"Dios mio, solo era un niño" las voces de las señoras no eran para nada disimuladas...

Caminaba por ese pueblo de mala muerte, siendo obvervado con pena por todo aquel que supiera lo que le pasó...

Lo que les pasó.

Simepre era lo mismo, caminar ser observado con pena, tristeza, asco, algunos ni lo observaban. ¿Tanto asco daba?

Ir a un supermercado y no poder ni siquiera a la secundaria en paz.

A Louis poco le importaba o bueno... Eso hacia ver...

"No fue tu culpa amor mío" le susurro Charlie por cuarta vez en la noche. Nunca se cansaría de repetir esas palabras.

"La extraño" su voz estaba tan rota, el nudo en la garganta crecía cada vez más.

"Shhh" lo abrazo más fuerte y más. No lo volvería dejar caer.

"¿Me llavas a casa?" preguntó aún con su cara pegada al pecho de su amigo. Charlie sabía que no era exactamente a su casa donde quería ir.

"Claro que sí, pero antes espera un minuto" su voz nunca dejó de ser dulce, nunca dejó de ser tranquila y relajante.

Charlie puso su cara en el cuello de Louis y fue cuando el omega se dio cuenta que se empezó a calmar. Lo había calmado con su olor.

Cuando se dio cuenta ya estaba en el ascensor de su edificio.

Había pasado ya dos meses casi desde lo que pasó en el gimnasio. Había tenido más citas, más encuentros y más besitos chiquitos que era por momentos pequeños.