||#02||

1.2K 186 67
                                    

El misterio está cambiando como si el mundo a su alrededor no intentara descifrarlo—Umbra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El misterio está cambiando como si el mundo a su alrededor no intentara descifrarlo—Umbra.

KENDALL.

Entorno los ojos cuando mi hermana me lanza su mochila, sin mucha gana, coloco su pertenencia en mi espalda, junto a la mía. Es esto lo que tengo que hacer por haber perdido contra ella en un jodido video juegos, es estúpido, no soy bueno en esas cosas, antes me divertía, pero he perdido la práctica, ahora no me llama la atención, y ella utilizó eso en mi contra, no debí aceptar esa apuesta.

Seré su esclavo por una semana.

—No me mires así, es tu culpa por ser un perdedor —No le respondo, simplemente camino en dirección al edificio que no queda muy lejos de nuestro vecindario—. Vamos, hermanito, no seas malo, sabes que te adoro.

—Lo que digas.

—Agh, odio cuando eres así de cortante —expone, se mueve y se abraza de mi brazo, evito soltarme con brusquedad porque sé que solo obtendría sus tan molestos sermones—. Tienes que sonreír más, la vida sigue a pesar de todo.

Cierro los ojos y suspiro porque sé perfectamente a lo que se refiere con eso de que la vida sigue a pesar de todo y eso simplemente me fastidia.

—Solo cierra la boca —pido sin que ningúna emoción se filtre en mi voz.

Couny es mi hermanastra, ella es hija de la amante de mi padre, ese maldito hombre que por desgracia tengo que soportar, al menos hasta que cumpla los dieciocho y me pueda ir de esa casa.

—No tienes que enojar...

Ella hace silencio cuando me suelto de su brazo y sin remordimiento lanzo su mochila al suelo, el sonido llama la atención de algunos estudiantes que también se dirigen a la institución, puedo escuchar el murmullo, no le doy relevancia, simplemente sigo caminando, dejando a la chica atrás.

No me toma mucho tiempo llegar hasta la instalación educativa, sin embargo, me detengo a unos metros cuando veo un coche negro estacionarse, desde mi lugar logro ver al chico que inspiró mi mente y despertó una nueva pasión en mi, Froyland O'Nelly esta bajando del coche de sus padres, en sus labios hay una sonrisa encantadora y una expresión suave, apreto mis puños cuando siento mi corazón acelerarse como idiota, es nuevo, por primera vez siento mi pulso elevarse por alguien.

Quizás es porque estoy intentando hacer un libro basándome en su vivencia, una vivencia de la que tendré que averiguar y creo que este es el momento perfecto. Porque cuando él me salvó las palabras que dijo me estremecieron mucho.

Ahora mismo tengo una excusa perfecta, una que él mismo me creo.

Mis pasos me llevan hasta donde sé encuentra, me detengo a dos pasos de él, espero unos segundos ya que esta despidiéndose de sus padres, los cuales se disculpan, no le presto atención al porqué.

Cuando el coche se marcha él suspira y se acomoda la mochila en la espalda, admiro un poco su altura y luego carraspeo llamando su atención.

—Hola —digo, él me mira dejando una sensación extraña en mi.

—Buenos días —saluda y sonríe logrando que me sienta un poco incómodo, ese día no tenía una sonrisa—. ¿Necesitas algo?—inquiere, amable.

Abro la boca y arrugo el ceño cuando no parece reconocerme, no es posible ya que yo sí lo recuerdo y ninguna persona es tan tonta como para olvidar a alguien que vio hace tres meses y menos en la situación en la que nosotros nos vimos.

—O tienes una memoria de mierda, o simplemente quieres evitarte roces conmigo, dime, ¿cuál de las dos opciones es la correcta? —expongo, colocando mis manos en los bolsillos de mis jeans.

Sus cejas se juntan unos segundos, pero luego las eleva como si de repente recordase algo importante.

—Eh...yo, ¡estoy bromeando, chico! —dice y libera una carcajada de lo más incomoda—, claro que te recuerdo, puff cómo podría olvidarte.

Elevo una ceja y sonrío de costado dando pasos en su dirección, noto como se tensa y traga saliva, nervioso.

—Follamos rico, así que no merezco que bromees con algo así, dijiste que fui el mejor en la cama y que si yo deseaba podríamos repetir —expongo, aprieto mis dientes para no reír cuando él se atraganta con su propia saliva—. Fuiste muy duro, tengo marcas en mi piel, aunque admito que disfrute cuando me hiciste cada una de ellas.

Sus ojos relucen por un segundo, es tan corto que hasta creo que me lo he imaginado.

No, no, no, él no puedo...mierda es Frey, claro que es posible, ¿qué haré ahora? —balbucea sin que pueda entender lo que dice, luego eleva sus ojos clavando su mirada oscura en mi rostro—. Yo realmente lo lamento mucho, no debí bromear con algo así, fue increíble estar contigo y lamento haber dejado marcas en ti, yo no…

—No te preocupes —digo dándole una sonrisa de boca cerrada—. Ya obtuve la respuesta que necesitaba.

Él intenta decir algo, pero solo me alejo con un pensamiento clavado en la mente, no me recuerda, pero hay algo más raro, él creyó mi mentira, hasta parecía bastante convencido de sus acciones, de lo contrario no se habría disculpado. Algo definitivamente extraño sucede con ese chico.

Mis dedos están picando con deseos de iniciar a escribir. Desde que me salvó y dijo esas cosas en la azotea de ese edificio, una nueva pasión nació en mí. Desde niño solo me interesaba leer y leer, era buenísimo leyendo, pero no tanto estudiando, creo que se debe a que mi mente solo guarda lo que le parece interesante. El asunto es que ahora no sólo quiero leer, también quiero que me lean, y para comenzar con mi libro no hay mejor inspiración llena de misterio que Froyland O'Nelly.

Umbrablack.

¿Froy o Frey?© [Trilogía PO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora