EVERGLOW - Shawmila

Capítulo 3 - La prueba.

Sofia

-¡Vas a salir en una revista! - grita mi hermana Karla con una sonrisa de oreja a oreja.

-Shhhhh.... -le digo mientras ella no deja de saltar en mi cama - Despertaras a mamá.

-¡No puedo creerlo! ¡Vas a ser famosa! -grita riéndose de un lado a otro.

-Karla, tranquila - le digo y la tomo en brazos - Aún no es un hecho, a penas estoy a prueba y me darán una oportunidad.

-Aún así, es un sueño hecho realidad -sonríe se balancea en mis brazos. -No puedo esperar a ver su cara cuando te vean luciendo tu mejor vestido.

-Hablando sobre eso - le digo y observo nuestro pequeño ropero - ¿Sabes donde dejé mis jeans azules?

-¡Nada de Jeans! Tienes que ir con una falda o un vestido -dice mientras corre en dirección de nuestro pequeño armario compartido.

Mientras mi hermana saca algunas prendas y me las muestra en señal de aprobación, yo niego varias veces y rechazo la mayoría de opciones. No puedo creer que esto nos esté pasando a Peter y a mi. Siento como si fuera una broma o un sueño, nunca en mi vida pensaría en tener tal oportunidad y tengo miedo de desperdiciarla. Luego de una charla con mi hermana, por fin me decidí por el atuendo de su elección, ella sonríe y empieza a dar pequeños saltos en toda la habitación, ambas reímos y decidimos dormir, así que se acomoda a mi lado en la pequeña cama y charlamos unos momentos antes de cerrar los ojos.

Peter

Ya eran las 6 am y yo me encontraba en toalla sentado frente a mi armario. No tenía idea de qué usar. Sigo sin creer una sola palabra de lo que esas personas dijeron ayer y sigo con la idea de que es una broma de mal gusto, pero aún así, no llegaré con prendas que solamente contribuyan a una mayor burla hacia mi. Exhausto de pensar lo peor de mi o hacerme sentir mal, me levanto y escojo unos jeans ajustados y camiseta negra. Me pongo mi único par de zapatos descentra y cepillo mi cabello, debo dejar de complicarme tanto.

Una vez ya listo bajo las escaleras del pequeño departamento y encuentro a mi mamá sonriendo.

-Luces muy guapo, hijo - sonríe y me da un pequeño abrazo. -Tengo algo para ti.

Ella corre hacia la barra de la cocina y me extiende una pequeña caja, la tomo y abro enseguida observando un reloj realmente grande y lujoso.

-¿Mamá gastaste en esto?-digo molesto.

-Nada de eso - me asegura negando con la cabeza - era de tu padre y yo se que le hubiera gustado que lo tuvieras.

No puedo evitar sentir una punzada en mi corazón y como mis ojos se cristalizan poco a poco, mi madre rápidamente me abraza y correspondo al gesto para luego apartarme.

-Te lo agradezco mamá - le digo mientras me coloco el reloj - Es realmente genial.

-Será mejor que te vayas, no querrás llegar tarde - me asegura mi mamá con una sonrisa.

Luego de despedirme de ella, le tomo la palabra y me apresuro a tomar el autobús para llegar a la empresa lo más rápido posible. El auto bus se retrasa más de la cuenta debido a un accidente en la carretera, así que me bajo y camino las siguientes 6 cuadras, a pesar de mi molestia y el sudor empapando mi camiseta, logré llegar 15 minutos antes, así que camino en dirección a las escaleras pero me detengo.

No estoy ocupando el uniforme, no me pueden prohibir usar el ascensor. Después de un leve debate, me dirijo a ellos y presiono el botón sin pensar mucho, al entrar selecciono la planta y las puertas se cierran lentamente, pero entonces escucho unos tacones aproximarse hacia el ascensor, lo detengo enseguida y observo como Sofia entra con mirada nerviosa.

-Lo siento, no sabía si tomar el ascensor pero te vi a lo lejos entrar - me dice al tiempo en que las puertas nuevamente se vuelven a cerrar.

Sofia acomoda su cabello nerviosamente y murmura por lo bajo mientras trata de tranquilizar su respiración.

-¿Estás bien? -pregunto

-Si, es solo que no estaba segura de llegar a tiempo -me dice y la observo nuevamente.

La chica llevaba un traje blanco realmente favorecedor y se veía muy bien. Cuando noto mi mirada, se acomodo incómoda y aparto la mirada de inmediato. Mierda, pensará que soy un acosador.

Las puertas se abren antes de poder pensar en un tema de conversación y ella sale rápidamente de él avanzando unos pasos adelante de mi, su camisa de Winnie Pooh y sus pantalones blancos son realmente divertidos, su cabello el cual se nota que el único trabajo que realizó fue lavarlo con shampoo cae sobre sus hombros y su rostro sin maquillaje deja en claro su belleza. Meto las manos en mi bolsillo y entro unos segundos luego de ella a la oficina, donde se encontraban todos menos Malina.

-Buenos días chicos - habla la chica nuevamente y nos extiende la mano. - Lamentó no presentarnos ayer, mi nombre es Melanie y ellos son mis compañeros, Dallas - señala al chico rubio- Sean -menciona al moreno- y Lucas - termina con el pelón.

-Un gusto - habla Sofia con una sonrisa más relajada.

-Bueno, los llevaremos a la zona de vestuario y maquillaje. -dice Melanie mientras camina fuera de la oficina.

Sofia y yo nos limitamos a seguir órdenes siguiendo a la chica de cabello corto, entramos por unos cuantos pasillos hasta llegar a una habitación oscura con un fondo blanco y luces por todas partes. Un hombre sentado en una silla de tela, observa una computadora junto a su compañero, discuten acerca de algo, al llegar Melanie ambos la observan curiosos y prestan atención a sus indicaciones luego de mirarnos mientras lo hace. Sofia se remueve incómoda y escuchamos como al principio ellos no estaban felices con la idea pero decidieron aceptar.

Dallas toma de la mano a Sofia y le pide que la acompañe unos momentos mientras que Sean me lleva a otro extremo de la habitación enfrente de unos espejos, una chica amable se acerca a mi y comienza a peinarme y colocarme un poco de polvo en la cara. Estornudo ante el impacto y ella parece reír ante el gesto para luego continuar.

Sofia

Al entrar a una nueva sección, un armario lleno de prendas se lleva toda mi atención de inmediato. Una chica se acerca a mi y examina mi atuendo para luego buscar una camiseta blanca y me pide que me retire la que llevo puesta junto con unos tacones de plataforma.

Me pongo nerviosa de inmediato, tenía miedo de usarlos, yo nunca llevo tacones puestos y si soy torpe con tenis seré aún peor con estos tacones. Pero al no tener muchas opciones decido obedecer y dirigirme a la habitación para cambiarme.