2.

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Decir que Robert se había vuelto un completo acosador era poco. Por suerte no podía desplegar todas sus intenciones con su hermana o mamá al lado, pero sí había dejado muy en claro que Anna le atraía, cosa que a ella le incomodaba y prefería ignorar.

Durante la semana después de la partida de Dave, ella pasó la mayor parte del tiempo en su habitación viendo películas con la pareja de hermanos, excusándose de que seguía con el dolor que la había molestado en los primeros días en Hexham. Nadie podía refutarle que era mentira y tampoco nadie insistía en ir al médico con ella pues ellos estaban sin coche porque Caroline se lo llevaba todo el día, desde que salía en la mañana hasta cuando volvía en la noche... y eso: si llegaba a dormir. Esa situación tenía muy molesta a Barbara, que constantemente se quejaba de la desfachatez de su madre al seguir con su amante.

-Mamá es una descarada. No sé qué le ha dicho a Robert pero él está muy tranquilo. Creo que le ha dicho que ha empezado a trabajar con unas amigas por lo de la separación... con una marca de ropa. –Barbie puso los ojos en blanco -¡Ja! Como si fuera capaz de trabajar.

- ¿No planeas contarle la verdad a Rob? –Ella negó.

-No. No quiero hacerle daño. Ya suficientemente duro es para él saber que nuestros padres se separan. Es mejor que crea que fue porque se les acabó el amor y no porque mi madre es una caliente. –Barbara sonrió traviesamente. –Además mi hermanito no soportaría que alguien más le rompiese el corazón. De eso ya te has ocupado tú. -Anna tomó la almohada más cercana y golpeó a la rubia con ella.

-¡Calla!

-Está loquito por ti. Hasta me pidió que hoy cuando vayamos de vuelta a Londres me haga adelante con Caroline para que él pueda ir sentado a tu lado.

- ¡Ni se te ocurra, Barbara Hamilton! –Ella rió con deleite.

-El pobre quedó frustrado porque ayer cuando sonaron las campanas del año nuevo ni siquiera dejaste que te diera un besito. No para de preguntarme sobre tu misterioso novio, y en verdad somos dos los intrigados. –Barbie la miró fijamente con sus curiosos ojos color avellana. -¿Qué escondes? ¿Así de feo es que ni me lo quieres presentar?

-¡Barbie! -Anna suspiró y echó la cabeza hacia atrás contra la almohada. –Ya te lo dije, es solamente un primo con el que bromeo.

-¿Y por qué te llama tanto? ¿Por qué siempre te vas a otro lado para hablar con él? ¿Por qué te brillan los ojos cuando suena tu celular? ¿Por qué...

-¡Basta, Barbie! –Ella suspiró de nuevo.

Odiaba mentirle a su mejor amiga pero ¿qué le podía decir? "Verás, Barbicienta, tu padre y yo estamos liados, y estoy muy enamorada de él... Ah, ¿Te mencioné que me desvirgó?"

La sola idea le producía risa, pero se la tragó porque eso despertaría más la desconfianza de Barbara.

-Pensé que confiabas en mí. –Dijo ella dolida. –Iré a terminar de empacar.

-Barbilicius...

-No importa. –Ella se encogió de hombros. –Nos vemos abajo en un rato.

***

En el camino de vuelta a Londres Barbie no habló con Anna aunque prefirió irse a su lado en la parte trasera. Al ver esto Robert le recriminó a su hermana con la mirada e hizo intento de irse con ambas chicas pero su madre se lo impidió diciéndole que necesitaba un copiloto para el viaje.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2020 ⏰

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Tentación (Forbidden II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora