Pacify her.

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¡Hola mis bonitos lectores! Muchas gracias a las personas que entraron a leer esta historia. Bueno, ¿Que esta abominación? Un regalo de cumpleaños para esta mujer Canela1003gcv, quien no solo se tomó el trabajo de crear una nueva y maravillosa historia, sino que también actualizo. Esa Diosa le da mucho amor al fandom de banana fish así que si no la han leído es su oportunidad.

Ahora, esta historia es un one shot basado en la canción de Melanie Martinez, lamento si mi traducción hiere los ojos de alguien.

¡Bueno muchas gracias por leer!

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Alguien me dijo que me alejara de las cosas que no son mías.

Esta historia comienza en una habitación repleta de perfume y oscuridad, de seducción y engaño. Había un gran tocador al centro de aquel cuarto, pequeño y de marfil, un par de tenues y suaves luces adornaban los bordes del espejo, los cajones se encontraban repletos de joyas y maquillaje, los grabados parecían dibujados con polvo de oro y estrella. Al frente de esos reflectores había una pequeña butaca de terciopelo escarlata, sobre aquel asiento una fina y delicada silueta. Una hermosa chica, ella estaba retocando sus mejillas con un poco de rubor y definiendo sus labios con un coqueto carmín, ella se dio vueltas con suavidad, sus manos se encontraban sobre sus rodillas, arrugando un exquisito vestido negro. Ella me sonrió, levantándose para darse vueltas por toda la habitación, mostrándome con orgullo aquellas obscenas curvas. Codicia.

"¿Cómo me veo Ashley?" Mi espalda se había dejado caer en un rincón, suspiré, ¿Cómo se atrevía a preguntarme aquello luciendo tan hermosa?

"Te ves bien para ser una torpe japonesa" Su ceño se tensó, sus pestañas eran tan largas que le molestaban al momento de arquear sus cejas. Linda.

"Mejor que ser una americana presumida" Fue lo que gruñó, ella fulguraba cautivadora con aquellos zapatos de tacón, sus piernas lucían como si quisieran ser acariciadas. Tomadas por mí "¿No puedes decirme algo lindo?" Un puchero fue esbozado entre sus labios, me acerqué hacia ella, acariciando su rostro con lentitud. Estática.

"Te ves" Mis dedos recorrieron los bordes de sus labios, retirando un poco del carmín "Preciosa" Sus mejillas se tiñeron del mismo color que la seducción, me incliné hacia ella. Tenía el corazón palpitando a una estruendosa y fastidiosa velocidad, lo podía sentir entre mis yemas y su aliento. Mi cabello se había deslizado hacia sus hombros, mi nariz sobre la suya.

"¿Ashley?" Me mordí la boca, mi cabeza se había llenado de jaqueca e impotencia, mis tobillos se sintieron débiles sobre aquel incómodo y exagerado calzado. Podía acariciar la tensión dentro de esa mirada, los ojos de Eimi se encontraban repletos de expectación y algo más. Tan embriagador.

"¿Y tú?" Le acomodé un mechón de cabello detrás de la oreja, el aire estaba caliente "¿No me vas a decir que me veo bien?" La más baja se estremeció, ella se tuvo que aferrar de mis hombros para evitar caerse. Mi mano sobre su cintura.

"Te ves guapa" Las suyas sobre mi cuello. Mortificante.

"Ya era hora de que lo notaras" Un anillo en su dedo anular. Cuanta decepción "Tú" Ambas nos separamos, dejando que la tensión se quebrase y aquel juego finalizara "¿Estas segura de esto?" Me encogí de hombros, había cruzado mis brazos sobre mi pecho, desolada. No era justo. Mierda. La noche tenía sabor a tabaco y películas viejas. El romance era una novela sobrevalorada.

"¿Segura de qué?" Tenía un nudo entre la garganta y el estómago, la música y las risas de la fiesta se habían colado hacia la habitación.

"De casarte con esa víbora" El pecho se me comprimió al pronunciar aquellas palabras. Ira. Rencor. Recelo. Una dulce y mentirosa sonrisa se trazó sobre sus labios. Negué con la cabeza de manera violenta. Mis uñas se incrustaron sobre mis palmas, dejando una fea y maltratada marca.

Pacify her.Where stories live. Discover now