La ventana

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Me llamo Olivia.
Una chica alegre, aunque con pocos amigos y poca vida social.
Mi padre murió a penas cuando tenia doce años, y desde ese entonces hemos vivido solas, mamá y yo.
Me había costado adaptarme a mi colegio, dado que soy algo tímida. Pero eso no me impedía ser feliz, ya que estaba rodeada de personas que me amaban.

-Al menos así pensaba...

Las cosas fueron tomando otro rumbo después de aquella tarde cuando mamá me explicó que nos estábamos quedando sin dinero y que pronto iríamos a la quiebra.

Pasaron dos meses y mamá por fin encontró trabajo, fue muy emocionante cuando me lo contó... Bueno, no tanto.
Resulta que nos teníamos que mudar ya que aun así el presupuesto no daba y perderíamos la casa.
Tuvimos que mudarnos y así abandonar nuestra casa, a la cual ya estaba llamando hogar.

Tres horas en la carretera, mi mamá, mi gato gordo al que llamo COPITO y yo, con un profundo silencio en el auto dirigiéndonos a nuestra nueva casa.

Si, estaba enfadada, pero no con mamá, ya que ella ha hecho todo para sacar adelante esta familia y a pesar de todo esto la amo.

Recuerdo que mamá dijo que todo estaría bien, que ya haría nuevos amigos y claro que no se equivocaba en eso.

Por fin llegamos y COPITO fue el primero en entrar a la casa, no era tan grande como la anterior pero era suficiente para mantener cerca a nuestra pequeña familia.

Mientras desempacaba, mamá llegó a mi habitación y me regaló un librito y dijo que tenía uno así cuando era pequeña, en la que escribía las cosas importantes que le pasaban durante el día y con un abrazo se marchó.

Me levante y miré por la ventana.
Se podía ver el patio trasero de la casa de uno de los vecinos  en donde había tres chicas de más o menos mi edad, hablando. Una de ellas notó mi presencia y con una sonrisa me da el primer hola.
Le sonreí  y me marché a terminar mis deberes.

Dos días pasaron y COPITO no estaba, lo buscamos por toda la casa y no lo encontramos.

Alguien tocó a la puerta, fui a abrir y era la chica que me saludo hace unos días desde su patio, me dijo que encontró algo y que cree que era de mi propiedad.

COPITO había salido a la calle y un auto lo atropelló.
Mi corazón se partió en dos en ese instante al ver que mi único amigo ya no estaba conmigo.
Salí disparada de la escena hacia mi cuarto y me encerré a llorar y sin darme cuenta tres horas habían pasado.

Al lado de mi lámpara estaba el diario que mamá me había regalado, lo tomé y les aseguro que en el tengo toda una historia que contarles y todo empezaría al día siguiente que entraría a clases en mi nueva escuela.

El diario de Olivia (aventura en la CQ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora