Un lugar para nosotros

Capítulo 1.

Aidan Jackson.

2 meses después.

Hace dos meses murió Kayla y me gustaría decir que he ido superandola, pero la verdad es que la falta que me ha hecho es indescriptible.

Dos meses en los que he estado buscando una nueva inspiración para motivarme y seguir adelante. Pero simplemente, nada me inspira.

Busco alegría en las cosas que me hacen feliz, como hacer fotografías a paisajes hermosos, pero ni siquiera eso me llena. Todo me recuerda a las cosas que solía hacer con ella.

Así que intento buscar distracciones en lugares o personas que no me recuerden el dolor.

Como ahora.

Estoy en la cabaña de mi familia, con Ben, mi mejor amigo, el fue una de las pocas personas que estuvo a mi lado después de que pasó lo que pasó. Ha estado apoyándome desde entonces.

-Hey, Jackie Jackson, dime en qué piensas tanto- Pregunta Ben mientras juega con una pelota de goma.

-No quiero ir a esa casa, Ben- Digo en un suspiro.

-Aidan- dice y ya sé lo que viene- debes empezar a superarlo, sé que es duro pero no puedes pasarte la vida evitando todo lo que te la recuerde.

-Ella me hacía sentir inspirado y vivo, no es fácil perder a la persona que te amó más que a nada- ya en este punto mi mirada esta pérdida.

-Sabes que a Kayla no le hubiera gustado que estuvieras así.

-Kayla no sabe el dolor que estamos pasando su familia o yo, y el maldito cáncer tampoco lo sabe- digo de manera brusca.

-Amigo debes calmarte, a este paso solo te volverás uno de esos viejos amargados frustrados sin amor.

-Ya no sé qué seré, sólo...sólo dejemos el tema- digo suspirando.

Hoy era la fiesta de aniversario de los padres de Kayla, ellos no querían celebrar nada pero Allie insistió para traer más alegría y restar el dolor. Me habían invitado por ser cercano a la familia, pero la verdad es que no me apetecía ir a casa de la que fue mi novia y mucho menos me apetecía ver a tanta gente.

-A la mierda- espetó Ben, a lo que yo frunzo el ceño- Irás a esa fiesta aunque deba arrastrarte, ya es tiempo de que dejes de encerrarte en tu dolor, ya estuviste mucho tiempo encerrado en una burbuja, es hora de salir.

Iba a refutar pero me tomó por los hombros con tanta fuerza que incluso me sorprendió. Wow, realmente se enojó.

Me llevó directo a una de las habitaciones de la cabaña y abrió el armario, del cual sacó un traje negro, zapatos mocasines y una corbata.

Se giró hacia mi y yo ya sabia que no escaparía de esta.

-Entra al baño, duchate, ponte guapo y pon una puta sonrisa en tu cara, es hora de salir a la luz, Jackie.

Suspiro sin más. Llevarle la contra a Ben era como nadar fuera de un remolino, o sea, algo completamente imposible.

Hice lo que me pidió y entré a la ducha, meditando y preparándome mentalmente para la noche que me esperaba.

Luego de salir del baño, me vestí rápidamente y salí de la habitación. Fui hasta la sala donde se encontraba Ben leyendo una revista, en cuánto levantó la mirada sonrió tan grande como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

-¡Mi creación!- exclamó entusiasmado- estás listo para sacudir la noche- dijo tan emocionado que casi me entraban ganas de golpearlo por hacerme hacer esto.