Capítulo 7

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En el hospital...

Enrique: Hija debes estar muy cansada, apenas dormiste y viniste a cuidarme y ahora tienes turno en la noche.

Bárbara: Papá por ti hago lo que sea, además ahora viene mi mamá a quedarse contigo.

Enrique: Yo estoy bien, no es necesario que me cuiden.

Bárbara: Claro que si es necesario, te amamos papá y no te vamos a dejar sólo, okey?

Enrique: Ay siiii tercas las tres pero las amo.

Soledad: Hola ya estoy aquí, como pasaste la tarde?

Enrique: Bien, verdad hija?

Bárbara: Si mamá todo bien.

Soledad: Supe que Julieta está trabajando aquí.

Bárbara: Si, me pidió que le consiga algo.

Soledad: Ay hija espero que esta vez sí dure y no se vaya.

Bárbara: Ya verás que si má, le sirvió mucho hablar el otro día.

Diego: Permiso, buenos días.

Enrique: Diego!!

Bárbara sonrió...

Diego: Bueno lo veo muy bien y los estudios que le hicimos hoy en la mañana están perfectos así que si así sigue mañana ya podrá irse de alta.

Enrique: Muchas gracias Diego, que buena noticia.

Bárbara: Gracias.

Diego: De nada (Sonrió), Bárbara podemos hablar? Es sobre unos análisis de un paciente y quiero ver que opinas.

Bárbara: Okey, pasó por tu consultorio.

Diego: Bueno, nos vemos don Enrique y descanse.

Enrique: Si, adiós (llendose).

Bárbara: Papi ya me voy a trabajar, mi turno empieza.

Enrique: Esta bien princesa y si puedes trata de descansar, si?

Bárbara: Lo prometo papi, te quiero (le dio un beso), mamá tú también descansa porfa.

Soledad: Si hija no te preocupes, ve tranquila.

Bárbara: Bye los amo.

En el consultorio de Diego...

Bárbara: Puedo pasar?

Diego: Si pasa.

Bárbara: De que querías hablar.

Diego: De nada, sólo necesitaba darte muchos besos (tomandola de la cintura).

Bárbara: Me imaginé que no era de trabajo que querías hablar.

Diego: Y si lo sabías y viniste es porque también necesitabas mís besos.

Bárbara: Si (avergonzada).

Diego: Porque te pones así?

Bárbara: Entieneme, por mas que lo desee esto es difícil para mi.

Diego: Sólo déjate llevar (acercándose a sus labios).

Bárbara: Diego, hoy en la mañana cuando llegue a mi casa a pesar de estar agotada de haber trabajado toda la noche no pude dormir, cerraba mis ojos y te veía, no puedo sacarte de mi mente, te amo.

Diego: (Sonrió) Me encanta oír eso de tus labios mi amor, bonita  (acariciendole el cabello), dimelo otra vez.

Bárbara: Te amo mucho.

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora