❝ Estás dispuesto a matar a otros pero tienes temor a perder tu vida ¿No crees que es extraño? ❞
Héroes y Villanos
Esa lucha constante entre
dos grandes grupos de la
sociedad actual, le daba
igual a la chica.
Las ventajas de controlar el
tiempo, po...
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Una chica pelinegra saltaba de edificio en edificio, el sol se iba escondiendo el atardecer rojizo siendo reemplazado por la oscura noche.
—Hermoso—. Susurro la pelinegra con heterocramia deteniéndose y así sacando su cámara, una foto de la oscura noche siendo iluminada por las luces.
—Hmm... Me gusta—. Sonrió la chica mirando la fotografía, en eso se escucho un grito y una alarma.
La chica corrió hacia el lugar y pudo ver como un niño estaba siendo utilizado como rehén por unos villanos.
—Denme a mi hijo por favor—. La madre del niño pedía de rodillas piedad hacia los viles villanos.
—¡Que!—. Exclamo uno de los villanos a la señora.—Acaso me estas dando ordenes vieja estúpida—. La tomo de los cabellos y la arrastró por el piso.
—Jajaja—. Se reía el otro villano pudo ver que solo se encontraban dos.— No la maltrates tanto, yo también quiero divertirme—.
La pelinegra miro con desagrado la situación, pero, en eso llegaron tres héroes corriendo hacia los agresores.
—Deténganse—. En eso aparecieron tres villanos mas a espaldas de los héroes
—Lo presentía—. Sonrió la chica, en eso apareció una pistola. — Sal, Zalphkiel—. Apareció un reloj gigante tras ella colocó su pistola de chispa en el número siete disparando a los villanos sin dañar al niño, salto hacia donde estaban ya que se encontraban paralizados en el tiempo.
Tomo al niño, le dio un abrazo y le susurro "Ya todo esta bien, no te preocupes"
—Onne-san gracias—. El niño se aferro mas a el vestido de la chica.
—No mires—. Dijo la chica, el niño inocentemente se tapo sus ojos con las manos.
Tomo su pistola de chispa y disparo a la madre del niño, el niño curioso abrió sus ojos viendo el disparo.
—¡Mamá!—. Lagrimas corrían por las mejillas del niño, los héroes impresionados miraron a la chica.
—Tranquilos—. Susurro la chica, teniendo una sonrisa y secando las lagrimas del pequeño.—Ya todo esta bien—.
En reloj mostrando hacia las cuatro en punto y así todos observaron a la madre que rápidamente se curaban las heridas.
—Pequeño, dale un gran abrazo a tu mamá—. La chica soltó al niño que fue corriendo hacia su madre dando un gran abrazo.
—¡Muchas gracias!—. Dijeron la madre y el niño pero pudieron observar como la chica ya no se encontraba con ellos.
Pero, en cambio se encontró una fotografía de la anterior abrazo de madre e hijo y una nota.
El niño tomo ambas y se dirigió a los héroes.
—Tomen, esto es para ustedes—. El niño extendió la nota y le paso la fotografía a su madre que la vio, sonrió enternecida y agradecida por haber sido salvada.
