Capítulo 2;;

69 8 0
                                    

Mis días con Jennie eran perfectos, con ella había tenido mi primer todo, mi primer cita de amor, mi primer acampado, mi primer velada romántica ¿Sabían que siempre llega la persona correcta a ti? Cuando no crees en el amor, cuando te sientes gris y que nadie puede hacerte sentir mejor de ninguna manera, cuando menos te lo esperas llega una persona que te hace sentir lo que solo en las películas se vive, te hace creer que estás en un cuento de hadas y claramente esperas tener un final feliz.

Despertando note que Jennie ya no estaba recostada a mi lado como en toda la noche. La noche más linda de la historia, donde solo ambas mirábamos nuestros ojos, aunque ninguna decía nada, los latidos de nuestros corazones tenían el mismo ritmo, nos conectaba. Salí de la pequeña casita de campaña dándome cuenta que ella ya había recogido las cosas y tenía el desayuno en la manta que habíamos dejado un día antes.

—Buenos días, chiquita.—Mencionó guardando su celular cuando me miró, froté levemente mis ojos mientras me acercaba a ella y besaba su mejilla.

—¿Porque no me despertaste? Podía ayudarte a cocinar.—Me sirvió un poco de jugo y me senté frente a ella, no pude evitar recordar a Jungkook, me sentía igual que él cuando salí del cuarto anoche, la única diferencia es que con Jungkook me sentía querida y con Jennie podía sentirme amada.

—No te desperté porque debías descansar, hoy tenemos una linda sorpresa para ti. Obvio no debes faltar... Así que pasaré por ti a las 6:00Pm.

Quede pensando todo día en lo que habían planeado, no era raro que Lisa y Jennie hayan formado una amistad realmente linda desde que se conocieron, ellas eran como confidentes en todas sus aventuras. Su amistad era tan envidiada por mí. Soy una egoísta, ya lo sé.

Casi era la hora acordada, desde que llegue a casa ya no estaba ni Jungkook ni Lisa, seguro porque si los veía iba a descubrir su malvado plan. Fui a la habitación de Lisa y claramente no estaba su vestido favorito, así que fui a mi habitación para colocarme un pequeño vestido de color rojo, peine mi cabello y pinte mis labios levemente, estaba en la cocina intentando descifrar la nota que había dejado Jungkook.

"Lo siento. No entiendes. Tú y yo somos iguales."

Doble la nota guardándolo en la funda de mi celular, al dar la hora decidí salir de la casa mientras esperaba a Jennie en el descanso de las escaleras del edificio.

Entramos a un pequeño restaurante donde Jungkook y yo nos contamos nuestros más íntimos secretos después de haber bebido más de la cuenta, nos sentamos cerca del tablón en el que normalmente se tocaba música en vivo, de pronto Lisa, Jungkook y RM aparecieron, todos cenamos juntos, fue algo lindo.

No había notado en que momento Jungkook y Lisa habían desaparecido de la mesa, estaban frente a nosotros en el escenario. Era irreconocible confundir la forma de Lisa al tocar la guitarra, era realmente lindo y tranquilo, siempre que tocaba en casa me hacía sentir relajada, como si tuviera miles de emociones a la vez. Jungkook la acompañó con su hermosa voz que siempre tranquilizaba en los peores momentos, esa voz que me ha estado acompañando en todos los años de tortura y que definitivamente nunca quiero dejar de escucharle cantar solo para mí.

—Jisoo...—Mire a Jennie sostener un micrófono frente a mí, negué varias veces mientras bajaba la mirada, sentí como mi respiración comenzaba a agitarse.

—No, no lo haré, estás loca.—Comencé a acariciar mis brazos mientras mordía mi labio inferior. Aunque amaba con toda mi vida cantar, solo lo hacía cuando estaba sola y no frente a mucha gente desconocida

—Jisoo... yo confío en ti.

Fui a casa de Kook y estuvimos jugando como grandes amigos que somos, es mi mejor amigo. Siempre me escucha y me apoya en todo, aunque ambos sufrimos depresión y no nos podemos ayudar del todo, es la única persona en el mundo capaz de hacerme sentir bien, es lo que hace un amigo ¿No? estar contigo en todo momento sin importar las circunstancias.

Me mostró las letras de las canciones que había compuesto, letras realmente hermosas, nunca nadie me hacía llorar o era muy raro verme haciéndolo, cuando leía las letras, tenía un sentimiento increíble, algo que no podía expresar con palabras. Incluso cada que me sentía mal solía hacer dibujos de un pequeño dinosaurio y una pequeña muñeca, decía que pasara lo que pasara él me cuidaría y sacaría su lado salvaje para protegerme.

—Un día escribiré una canción para ti, enana, sé que leer mis letras te hacen sentir bien y aunque no lo creas, tú eres la razón por la cual siempre mi inspiración esta presente. Debes animarte a canta en público, tienes una voz realmente hermosa y si cantamos juntos, seríamos muy buenos. Ándale, anímate.—Decía kook mirándome con ojos de perrito y haciendo un puchero.

—Aún no se... me da muchísimo miedo, pero te aseguro que cuando tengamos oportunidad, lo haremos.—Sonreí mirando a kook, quien también sonreía mostrando su hermosa sonrisa.

—Piénsalo bien, debes tener confianza, tu voz es grandiosa y te aseguro que llegarás muy lejos si lo intentas. Yo confío en ti.

Lovesick girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora