SED DE SANGRE||C.V. Y TÚ||TERMINADA

Capítulo 38

—Gracias por ayudarme —Dije con una sonrisa leve, él estaba serio, hasta cierto punto podía verlo enojado

—No es nada —Dijo entre dientes

—¿Por qué me ayudaste? —Le pregunté y él rodó los ojos

—No es relevante —Dijo él

—Vamos, dime —Dije, fue entonces cuando sus ojos verdes me miraron directamente a los míos, incluso a oscuras, podía ver esos ojos

—Me recuerdas un poco a ella —Dijo él y yo solo me quedé callada —Ella era como tú, era alegre, sonreía mucho, siempre escuchabas su voz en casa... Como cuando tú vas a casa, sin quererlo siempre estoy escuchando tu voz —Dijo Erick acercandose a mi, sus ojos me miraban directamente y su rostro seguía serio —¿Y sabes? Eso me molesta mucho —Dijo y yo trague duro —Pero no tienes la culpa de eso, ¿O si? —Me dijo

—No, no es como si fuera mi intensión —Dije nerviosa

—Mantente alejada de mi, hoy pude salvarte, pero tal vez mañana sea yo el que esté haciéndote daño —Dijo él

Se comenzaron a escuchar pisadas, Erick se alejo de mi y a su vez, Christopher salió de entre las sombras

—Gracias por ayudarla —Dijo Christopher

—Muerete —Dijo Erick antes de irse sin siquiera vernos

—¿Estás bien? —Dijo Christopher acercandose a mi

—Si, gracias —Dije

—Bueno, te acompaño a casa —Dijo él

—Puedo..

—Te acaban de atacar, no te dejare sola —Dijo Chris con seriedad, sin decir más, comencé a caminar a su lado

Comenzamos a caminar con lentitud, él estaba serio y solo me miraba, yo no sabía que decir

—No tienes que acompañarme —Dije y él negó

—No, si debo acompañarte —Dijo él serio

—¿Por qué? —Dije

—Porque me importas —Dijo él con seriedad

—Chris —Lo llame y me detuve, él se giró a verme serio

—¿Qué ocurre? —Dijo él

—Todo se me complica —Dije en una faceta inicial de berrinche

—¿Qué? —Dijo él confundido

—Tomar una decisión se me complica demasiado cuando pasa esto —Dije, él solo se mantenía serio

—¿Qué más debes pensar? Quieras o no, estaré aquí, protegiendote, así me quieras a tu lado o no —Dijo él

—¿En verdad me amas tanto? —Dije acercándome a él hasta estar pegada a su pecho

—Te amo más que a nadie, así la decisión que tomes es dejarme, yo no lo haré, no te dejare —Dijo él y sentí una punzada en el pecho

—En verdad quiero estar contigo —Dije antes de abrazarlo, ya no quería pensar, quería estar con él ahora

—Te amo —Dijo él envolviendo sus brazos en mi

—Yo también, por eso no importa lo que pase, quiero arriesgarme a estar contigo —Dije antes de alzar mi rostro y acercar mis labios a los de él —Te quiero a ti —Dije en súplica, el se acercó a mí y me besó

Comenzó a besarme de esa manera lenta y deliciosa que tiene de besar, sus labios suaves y tan carnosos, deseosos

Todos mis sentidos se habían perdido, estaba en sus manos, nadie podía alejarme de él ahora

Sentí como el galón de leche se deslizaba de mis dedos, pero él lo tomo antes de que cayera al suelo

—Ten, si no con que llegarás a casa —Dijo él, rompiendo nuestro beso

—¿Podemos salir mañana nosotros? Quiero que hablemos —Dije y él asintió

—Si mi amor, mañana hablaremos de todo lo que quieras —Dijo él y yo sonreí, le dejé un último beso para comenzar a caminar hacia casa junto a él

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Toque la puerta de su casa, al instante, Yenny me abrió, tenía una ceja arqueada y me miraba crítica

—¿Qué haces aquí? —Dijo ella

—Quisiera hablar con Christopher —Dije nerviosa

—Él no desea hablar contigo, ahora vete —Dijo Yenny antes de cerrarme la puerta en la cara, yo solo me quedé ahí, un poco decepcionada, pero segundos después está se volvió a abrir

—Mi amor, que bueno que llegas, entra —Dijo Christopher con una sonrisa, Yenny estaba como a un metro tras de él con los brazos cruzados

—¿Y si hablamos aquí afuera? —Dije y él frunció el ceño

—Por Dios, si ya has entrado a casa, ¿Por qué el miedo? —Me preguntó Christopher

—Chris...

—Entra, recuerda lo que te dije ayer, nadie jamás te hará nada —Dijo él y yo con cierto temor entre, su madre me daba una mirada asesina, pero decidí no mírarla

Subimos a la habitación de Christopher, él me llevo a sentarme sobre la cama, me miró a los ojos

—¿De qué querías hablar? —Me pregunto él