Parte Unica

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El mundo está repleto de magia, ya seas una planta, perro, gato o un humano, algún antecedente mágico has de tener. La mágia no era un secreto para los humanos comunes y hoy en día es algo bastante cotidiano, podías ir caminando por la calle encontrando a distintivas criaturas mágicas conviviendo con la humanidad. Pero, su poder y habilidades mágicas a veces era utilizado para hacer tonterías, muchas tonterías, Jungkook era un muy amargado hechicero que en ese momento se encontraba con el ceño fruncido frente al mostrador de aquella tienda llena de purpurina y colores pastel, Yoongi estaba con una sonrisa burlona en el rostro mientras hacía el pedido de la Candy Pottion.

¿Qué es esa mierda?

Buena pregunta mi querido lector

Jungkook ya había visto esa estúpida poción en comerciales y varios vídeos en YouTube probándola, la poción hacía que las personas dejaran su lado racional manifestando actitudes tiernas acompañadas de todo lo que alguna vez no expresaron de la manera más empalagosa posible. Era una grandísima estupidez que sus poderes y conocimientos actualmente sean desperdiciados en crear tanta basura para entretener a los seres humanos.

Jungkook no quería hacer eso, el tenía una reputación y mucho orgullo, era la persona más fría y distante de su grupo de amigos y prefería ser así, era como una especie de coraza protectora, pero la Candy Pottion sólo haría que todo eso se fuera a la misma mierda. Deseaba con todas sus fuerzas regresar en el tiempo y no haber aceptado aquella apuesta, pero su orgullo fue más grande en ese momento y aceptó sin pensarlo mucho aquel duelo mágico contra Namjoon, quién era el hechicero más avanzado entre ellos.

No lo había hecho mal, para nada, tuvo movimientos ágiles e inteligentes a la hora de atacar a su contrincante, pero Namjoon poseía más energía y años de conocimiento, Namjoon fue de los pocos magos el cuál consiguió la bendición de un viejo hechicero para consagrar la vida eterna, esto significa que Namjoon no morirá a menos de que se suicide o le pase su bendición a algún otro hechicero. Por los momentos el mayor se mantenía joven y en forma, aún no llegaba a los 200 años de vida, porque sí, Namjoon lleva en la tierra unos 200 años; Mientras el y Yoongi solo tenían 19 años, eran unos niñatos inexpertos a su lado y Jungkook muy consiente de aquello, aún así decidió apostar.

Fue un estúpido

Volviendo a la actualidad, los otros cinco chicos esperaban afuera mientras Jungkook y Yoongi compraban la pócima, el olor dulce de aquella tienda era demasiado fuerte para la sensible nariz del azabache, quién solo quería salir de allí en ese preciso instante. Sus manos se mantenían en los bolsillos de su chaqueta mientras veía a la cambia formas frente ellos meter la medianamente grande botella de vidrio en una pequeña bolsa de plástico blanca con el logotipo de aquel recinto en el centro, Yoongi le entregó su tarjeta de crédito para proceder a pagar el producto.

— Quita esa cara hombre — le dio un ligero codazo en un gesto amistoso, Jungkook gruñó molesto — no gruñas, que no eres perro — dijo con una sonrisa burlona, Jungkook bufó

— De verdad los odio a todos, y se los voy a sacar en cara durante todo el camino — dijo sin poder ocultar la molestia en su voz

Yoongi seguía divertido ante la situación, el solo hecho de pensar que Jungkook pasaría de ser un cacho de mierda a un cacho de mierda de unicornio le resultaba muy divertido. La chica entregó la bolsa a Yoongi con una sonrisa amable mientras se despedía de los dos chicos con una reverencia la cual solo Yoongi devolvió.

—Tu aceptaste la apuesta—dijo con simpleza y un quejido arrepentido salió de los labios del menor — desde ya te digo que no me hago responsable de cualquier babosada que digas — salieron de la tienda y la temperatura se sintió evidentemente más elevada que antes

Candy Pottion ~ Kookmin - One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora