Nuevo comienzo.

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Tres semanas después Taehyung estaba paseándose ansiosamente por todo su departamento mientras mordía sus uñas y observaba la pantalla de su teléfono atento a la hora, faltaban cinco minutos para las ocho y a esa hora Jungkook pasaría a recogerlo para ir a su cita, estaba listo desde hace quince minutos y aún no había logrado calmar sus nervios.

Las ultimas dos semanas habían sido agotadoras, pero al fin habían terminado todas las sesiones de fotos para el catálogo de invierno y en una semana más este sería publicado, luego vendría la pasarela y bueno, estaba muriendo, pero todo iba absolutamente de maravilla.

Las sesiones de fotos con Jungkook eran divertidas y le hacían reír tanto a él cómo a todo el equipo de fotografía, incluyendo a Seokjin, se estaba adaptando con facilidad a ese mundo y sintió que quizá eso era lo suyo, decidió que dejaría el pole dance cómo un hobby ya que aún le gustaba y le servía como ejercicio, cuando se lo había comentado a Jungkook este había estado de acuerdo.

Con Jungkook todo iba de maravilla, salían a tomar algún helado o a comer comida chatarra luego del trabajo y siempre se divertían juntos, se complementaban y Taehyung sentía que el vínculo que compartían en la adolescencia aún seguía allí.

Sin embargo no habían tenido una cita oficial hasta hoy, y no podía evitar sentirse nervioso ante lo que Jungkook tuviese planeado, el pelinegro siempre lograba sorprenderlo y sabía que esta no sería la excepción.

Su celular vibró en su mano sacándolo de sus pensamientos y bajó la vista viendo el mensaje de Jungkook donde le avisaba que ya estaba abajo, corrió para tomar su abrigo y verificar su atuendo por quinta vez en la noche y salió de casa asegurándose de que llevaba sus llaves y su billetera.

El Maserati 2020 rojo de Jungkook estaba aparcado frente al edificio y el mismo se encontraba recostado sobre el vehículo, estaba usando una camisa blanca y pantalones negros ajustados, era sencillo pero no dejaba de lucir arrebatador cómo solo el podía y apenas vio a Taehyung acercarse sonrió incorporándose para envolverle en un abrazo cuando estuvo lo suficientemente cerca, el perfume de Jungkook era cómo una especie de droga para el rubio, podría olerlo todo el día y no dudó en devolverle el abrazo fundiéndose junto a su aroma.

—Tan hermoso cómo siempre. —Alagó el azabache mirándole de arriba abajo una vez se separaron.

Taehyung llevaba un jersey de cuello alto negro con pantalones ajustados del mismo color y un grueso abrigo de color crema, los cumplidos de Jungkook siempre lograban subirle el ego un poquito más y le agradecía internamente por eso.

—Muchas gracias. Tú también eres hermoso, Jungkookie. —Y el mayor amaba el calor que abrazaba su pecho cada vez que Taehyung le llamaba así.

—Vamos, te encantará el lugar a donde voy a llevarte. —Le abrió la puerta de copiloto y el rubio subió, una vez que Jungkook encendió el auto habló.

— ¿A dónde vas a llevarme? —Sabía que el azabache no se lo diría pero al menos quería intentarlo.

—Es una sorpresa, Tae. No voy a decirte.

Bien, al menos lo intentó. El camino fue silencioso, solo hablaban lo necesario y se dedicaban a escuchar las canciones que se reproducían en el radio, Taehyung miraba a través de la ventana con la brisa acariciando su cabello y apreciando el paisaje nocturno mientras se alejaban un poco de la ciudad, Jungkook se encontraba atento al camino y a medida de que se acercaban más hacia la zona de la costa donde estaban las playas más despertaba la curiosidad de Taehyung por saber a donde iban.

Luego de cuarenta minutos de camino al fin Jungkook aparcó frente a un famoso planetario que estaba bastante cerca de la playa y sonrió cómo un niño emocionado.

Venus. | KookTae | Historia corta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora