𝐠𝐫𝐞𝐲 𝐝𝐚𝐲𝐬; jacob thrombey

O9

-Una dona-

-¿Qué?- mire a mi padre confundida dejando de lado lo que hacía

-El caso, es como una dona-

-Harás que me de hambre- reí pero al parecer el seguía metido en sus pensamientos

-Tomate un descanso, deja de pensar en el trabajo, déjalo aún lado por un rato- tome las hojas que tenía entre las manos y las guarde, su cara de confusión y desagrado pudo notarse pero no dijo nada, solo me miró dándome la razón

-Debo cambiarme- me levante de la silla

-Te iras- fue más una afirmación que una pregunta

-Iré a ayudarte- corregí

-Deja de poner de pretexto que me ayudarás, se que no lo haces-

-Me ofendes- dije mirándolo

-Dime que me equivoco-

-OK... si, él no sabe nada, solo la pelea que su abuelo tuvo con Ransom, aún así, ¿dejaras que vaya?- hice mi mejor cara para tratar de convencerlo

-¿Tengo otra opción?- se levantó caminando hacia el televisor

-Bien, gracias- corrí hacia él y lo abracé

Fui a casa de los Thrombey esperando que Jacob estuviera ahí y que no se le olvidara el mensaje que mandó la noche anterior.

Toque la puerta y Fran me recibió, no entre a la casa pues Jacob apareció segundos después detrás de ella, nos despedimos de Fran y salimos.

-¿Y a dónde iremos a comer?- preguntó mientras caminábamos

-Te llevare a donde papá solía llevarme a mi mamá y a mi-

-Creí que yo te llevaría a ti-

-Bueno, hoy no será así-

-¿Cómo era tu mamá?- preguntó

-Físicamente no era alta, castaña, ojos grandes, siempre estaba sonriendo, era algo que papá amaba de ella-

-¿Y como la pasa tu papá? Supongo que fue difícil-

-Después del accidente, era algo difícil hablar sobre ella, a papá le dolía, también a mí pero después ya no fue así, hablamos de ella normal-

Él asintió

-¿Así que te gusta la política?- solte de repente

-¿Cómo sabes eso?- me miró

-Meg me dijo-

-¿Ahora hablas con Meg sobre mi?-

Mierda.

-Ah, yo so-solo-

-Es raro que te diga algo más aparte de que estoy mucho tiempo en el teléfono- me interrumpió

-Bueno, es obvio que tienes gustos y opiniones sobre las cosas-

-¿Sabes algo sobre el caso?- me sorprendí ante su pregunta

-Uhm, no- dije algo confusa pues era raro que preguntara

-Si ocurriera algo, ¿me lo dirías?- se detuvo para mirarme

-Claro que si- dije haciendo lo mismo que él, aunque no estaba segura de esto, no quería meterme en esto, bueno, ya estaba metida en esto pero no podía ser yo quien le dijera las cosas a él, si no mi padre.

Me miró por unos segundos para después darme una leve sonrisa, continuamos nuestro camino hasta llegar al pequeño restaurante.

Nos sentamos en una mesa algo apartada de los demás, abrió mi silla para que pudiera sentarme y después él tomó asiento.

No tardaron en llevarnos la carta y mientras conversábamos mirábamos el menú. Antes de que nuestros platillos llegarán Jacob me miró y sacó algo de su bolsillo.

-Toma- me dio su teléfono

-¿Qué?- pregunté sin entender

-Te lo quedaras hasta que te lleve a casa, no quiero ser igual de estúpido que ayer-

-Bueno no negare que no me gustó tu actitud ayer pero... no creo que sea necesario- le regresé el teléfono

-Tu guárdalo- se negó a tomarlo

-¿Pero si alguien te llama y es importante?-

-Pues que llame cuantas veces quiera porque no voy a contestar-

-¿Si tus padres llaman?-

-Pues les diré la verdad, que estaba muy ocupado-

-Está bien- sonreí tímidamente para después guardarlo en mi bolso aún no muy convencida

-¿Viajas mucho? - Jacob preguntó

-Algo, si, ya sabes si a mi padre le ofrecen algún caso importante- él asintió

-Cuando era niña siempre quise ser como mi padre, resolviendo casos y esas cosas, creía que era algo sencillo, pero supongo que lo veía así porque Benoit es bueno en su trabajo-

-Yo... se supone que me quedaría con la Editorial, mi papá quería eso para mi pero definitivamente yo no, no soy bueno para eso y bueno creo que debería darle gracias al abuelo por dejársela a Marta-

-Hace unos días le gritaste cosas feas-

-Bueno si, pero... nos dejará pobres, yo solo no quería hacerme cargo de la editorial-

-Okey...- dije confundida

Después de terminar de comer y una charla sobre él y su abuelo decidimos volver a la casa de los Thrombey, ya era un poco tarde y además era casi seguro que mi padre estaría ahí.