Shinsou siempre ha sido solitario, desde que era niño, por eso le sorprende cuando Denki Kaminari se le acerca con tanta facilidad y aún más cuando le ofrece jugar.
Hubo un momento de duda antes de aceptar sus citas de juego, pero de una forma u otra no pudo negarse, jugar con Denki pronto se convirtió en su actividad favorita, tanto que incluso contaba sus horas de clases esperando el momento exacto para irse a su dormitorio a preparar minuciosamente su habitación para recibir al rubio.
Pronto las citas de juego se extendieron y se hicieron más comunes, podía pasar horas jugando con Denki sin cansarse, sin embargo cuando la puerta se cierra y ve al rubo eléctrico irse, siente un vacío que no puede explicar.
Nunca ha sido particularmente celoso con sus juguetes, pero siempre fue cuidadoso con estos, pero Denki viene y juega con ellos como si fueran suyos, lo hace forma descuidada y sin un interés particular más allá de divertirse, y Hitoshi no puede evitar morderse el labio y tratar de no rabiar en el proceso.
Hitoshi es muy consciente de que no es el único compañero de juegos que Denki tiene, después de todo el rubio suele tener amigos por montones, pero cada día que pasa menos quiere dejarlo ir, incluso piensa en ponerle seguro a la puerta y ventanas antes de deshacerse de la llave solo por tener a Kaminari para el solo.
Finge que no le importa, finge que no saben, aún si los moretones en Kaminari le confirman que no es el único con el que juega, y se dice a si mismo que Denki puede tener los amigos que quiera y puede jugar con estos si le place, después de todo él no es más que otro de su colección.
Shinsou odiaba la guardería, sobre todo luego de que otro niño lo mordió dejándole sus dientes clavados en el brazo y desatando la furia de su madre en contra de los que permitían eso, sin embargo no le sorprende cuando Kaminari aparece con nuevas mordidas que luce como si nada, no hace comentarios al respecto, pero Hitoshi está casi seguro de que puede reconocer esos dientes y el enojo crece, si los otros compañeros de juegos lo pueden marcar entonces él también.
A Hitoshi nunca le han gustado los juegos bruscos, pero aquí se encuentra jugando de esta forma con Denki, causándole nuevas marcas en su piel, incluso usando su quirk para cumplir sus deseos, mostrando a los amiguitos de su rubio idiota, que Kaminari disfruta más de jugar con él que con los demás aún si eso es una vil mentira.
La tarde en que Kaminari aparece con moretones en brazos y rodillas lo enfurece, esa misma tarde es más agresivo que de costumbre, tanto que Denki apenas parece poder caminar temblando con una leve cojera cuando se va de su habitación porque si no hace su tarea lo van a castigar y aún así se va sin mirar atrás solo avivando su coraje.
Denki muchas veces es distante en sus citas de juego, no mostrándose interesado en los juguetes de Shinsou, simplemente quiere jugar a lo de siempre he irse, siempre entre sus viejas sabanas para luego marcharse con un "fue divertido".
Shinsou puede ver a Denki en la escuela que es como su patio de juegos, siempre yendo de un amigo a otro, siendo tan sociable como siempre, mientras que a lo lejos Hitoshi se muerde la lengua y se ahorra comentarios, esperando la tarde donde Kaminari es solo suyo, pero desearía que fuera siempre suyo.
Es un fin de semana cuando se decide a no dejar ir a Kaminari, aún si eso desata la furia del rubio que parece más interesado en jugar en otro lado con otros juguetes, que en el cuarto de Shinsou, pasan horas jugando y a Hitoshi le recuerda mucho a las atrapadas, con respiraciones agitadas y el sudor empapando sus cuerpos, para cuando terminar Denki apenas puede hablar de tanto gritar y el evidente dolor de sus piernas y cadera lo obligan a quedarse más de lo que le gustaría, ese día el pelimorado se dice que ha ganado una partida.
A Hitoshi siempre le han gustado los juegos de mesa, donde muestra la destreza de su mente y no su destreza física, aún si esta ha mejorado, estar con Denki se vuelve como un juego de mesa, donde trata de ganar siempre las partidas, pero solo consigue aburrir a Kaminari, quién decepcionado y molesto lanza las fichas y rompe las cartas en cada berrinche por perder.
Hitoshi se dice que no lo necesita, que él también puede jugar con otras personas, alguien que si aprecie sus juegos sencillos y monótonos, pero termina siempre molesto y triste recordando la sonrisa contagiosa en la cara de Denki de cuando se está divirtiendo.
Kaminari es muy parecido a un monopoli, cada que Shinsou cree haber conseguido más propiedades, solo termina por subastar y darse cuenta de que no es el único jugador que sabe de estrategia o que en realidad no cuenta con tanta suerte como aparenta. Enojado no se rinde, gana territorios para luego vender y comprar otros, cobra y trata de no caer en la casilla de cárcel, solo para terminar perdiendo ventaja una y otra vez, haciéndolo un juego largo y repetitivo.
Los juguetes que Kaminari tiene son divertidos y llamativos, le gustan más de lo quiere admitir, le encanta usarlos en sus juegos y hacer a Denki feliz, que le sonríe una vez que terminan y guarda uno a uno sus juguetes solo para retirarse.
Con forme pasa el tiempo Hitoshi se vuelve descarado, rompe las reglas y trata de jugar con Kaminari en cualquier lugar, aún si los adultos no se los permiten, eso solo lo hace más divertido, al aire libre se convierte en su lugar favorito, está cansado de jugar a las escondidillas, aunque esto no sea muy diferente a ocultarse entre las sabanas.
Hitoshi comparte sus juguetes con Denki y lo deja llevárselos si lo desea, pero Kaminari nunca deja los suyos atrás ni los comparte más allá de su hora de juego y eso lo frustra cada día más.
Sin embargo es una tarde durante la hora de la siesta, en donde después de pasar una tarde entera jugando Kaminari se ha quedado dormido, no ha huido, el sueño lo ha vencido y se queda ahí compartiendo las mantas con Shinsou que no deja de mirarlo dormir, eso se ha comenzado a volver común y Hitoshi no deja de hacerse la pregunta ¿qué más tendré que compartir?
Al día siguiente pasa lo mismo, solo que Kaminari no duerme, en realidad parece luchar por no quedarse dormido, tal vez se está debatiendo entre irse o no cuando por fin habla medio adormilado.
—Cuando era niño en la guardería y el preescolar, mis maestras siempre le decían a mis padres que tenía la manía de encariñarme con lo que no era mío y terminaba llorando cuando regresaba de vuelta a su dueño, pero realmente ¿esos niños lo merecían cuando habían dejado olvidados sus juguetes? Solo parecían acordarse cuando yo lo tomaba...creo que la situación no ha cambiado mucho—Shinsou finge que no sabe a lo que refiere, que no entiende y que no le duele lo que Kaminari está tratando de decir.
No pasa mucho antes de que Denki se duerma y Hitoshi no deja de pensar que si el pudiera le daría sus juguetes, se los regalaría si eso lo hace feliz, le daría todos y cada uno, hasta sus favoritos sin rechistar, pero Kaminari no quiere sus juguetes, quiere los de otra persona, aún si estos ya tienen dueño y se niegan a compartir con él.
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N/A: quería que esto quedara explícitamente implícito, no sé si lo logre, ahora ¿Quiénes son los otros compañeros de juegos de Kaminari? Eso se los dejos a su imaginación, porque no quise ser especifica en ningún otro shipp fuera del ShinKami, porque son los importantes en este OS.
A parte de esto, me agrada dejar a la imaginación de ustedes lo que realmente pasa, porque bueno este es solo el punto de vista de Shinsou y puede interpretarse de diferentes formas lo que realmente pasa así que si tienen teorías pueden dejarlas aquí.
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Juegos[ShinKami]
FanfictionShinsou siempre ha sido solitario, desde que era niño, por eso le sorprende cuando Denki Kaminari se le acerca con tanta facilidad y aún más cuando le ofrece jugar.