¿Cómo gritarle a un teme?

El grito del amor

Después del engaño, Sasuke se empezó a menospreciar. De repente se vio sumergido en un gran espiral de defectos hacia su persona. Ahora ese espiral fue destruido, guardado con llave y arrojado al olvido por el rubio. Su amistad, empezó en el hospital. Resultaba que Naruto era bombero y por desgracia fue dañado por la explosión de una casa al momento de salvar a una niña . Esa fue la razón por la cual, los últimos meses no había ido a la cafetería. 

Cuando el rubio fue dado de alta, una nueva rutina surgió. Ahora Sasuke salía más de su casa debido a que pasaba mas tiempo con Uzumaki. Le gustaba ver películas con él, platicar sobre cosas que les interesaban a cada uno y sobre todo, competir. Un día podían estar compitiendo sobre quién sabia más chistes y al otro se aventaban por el paracaídas. Esos retos los llevaron a tener más aventuras, empezaron a desarrollar nuevas historias y anécdotas divertidas; ademas de volverse más cercanos cada vez.

Todo era perfecto, Naruto estaba para Sasuke y el doncel siempre estaba para Naruto, pero un día esta nueva convivencia empezó a tener fallos, ya que una tercera persona empezó a interferir en ella. Hinata Hyuga, una hermosa chica de ojos perla empezó a frecuentar al rubio. Esta al ser amiga de infancia de Naruto, no tubo ningún problema en introducirse en la vida cotidiana del trigueño. Sasuke empezó a sentirse desplazado al grado de que empezó a comportarse a la defensiva. El no necesitaba a ningún hombre, él podía lograr todo lo que se propusiera él solo. A pesar de que sus pensamientos eran correctos, él se sentía solo y necesitaba que alguien le alentara a luchar contra todos los problemas que se avecinaban. Sasuke empezó a sentir un hueco en el corazón que llegaba a irradiar el dolor hasta las puntas de sus dedos. La soledad no es muy buena para aquellos con el corazón lastimado, tal vez al inicio sí pero después de un tiempo es otra cosa. Sasuke descubrió que sentía algo más que amistad por el rubio. El quería que Naruto solo lo viera a el, que solo sonriera con el y que solo tonteara con él. 

Decidido, Sasuke Uchiha fue a ver al rubio para decir todo lo que sentía, lo que su corazón gritaba. El amaba a Naruto y se rehusaba a perderlo, pero un segundo corazón roto apareció ante el Uchiha. Naruto besaba a la chica de ojos perla. Las lagrimas empezaron a surgir por los oscuros ojos del doncel. 

Naruto al sentir la presencia de Sasuke, se separo de su amiga y salió corriendo detrás del azabache. 

-Por favor, déjame explicarte.- gritaba el rubio detrás del doncel y fue entonces que él Uchiha se derrumbo. Por segunda vez, le decían esa asquerosa oración. Sasuke volvió a explotar contra el rubio.

Pasaron los días y Sasuke retomo su primera rutina pero parecía que esta siempre estaba interferida por él trigueño. Naruto no se rindió, él siguió acompañando al moreno en silencio pero conforme los días pasaban, Sasuke no daba su brazo a torcer. Naruto se frustro y sus amigos al ver esto, lo sacaron a divertirse. El alcohol era la solución para quitarle las penas a su amigo, decía uno de los mejores amigos del rubio pero al ver que la noche pasaba y Naruto estaba más callado que los últimos días, todo el grupo se empezó a preocupar. Naruto era un ser lleno de sonrisas e hiperactividad, él no era ningún estreñido.

El tiempo siguió corriendo y el azabache seguía apegándose a la rutina hasta que una noche escucho como la puerta de su apartamento estaba siendo abierta. Sasuke no era ningún cobarde por lo que agarro la cosa más mortal que había en el cuarto y se escondió a un lado de la puerta para así poder atacar. Nunca se imagino encontrar a Naruto, con los gestos de la cara tan  desfigurados por el enojo.

-Ya estoy arto - grito el rubio - si quieres alejarte de mi, al menos ten la decencia de decírmelo en la cara.

Sasuke estaba sorprendido, su cerebro aun no procesaba que el rubio se encontraba en la puerta de su casa tratando se solucionar de cualquier forma las cosas.

-Maldita sea Sasuke, no me hagas esto. No me ilusiones para después irte.

Sasuke seguia confundido, ilusionarlo, ¿De qué?

-No sé de que hablas- susurro Sasuke mientras abrazaba el jarrón que iba a emplear como arma. Naruto solo sonrío y lentamente empezó a caminar hacia el pelinegro hasta que logro tomarlo en sus bien formados brazos.

La atracción entre ambos era tan intensa que si se lo propusieran podrían tocarla con la mano pero Naruto no solo quería tocarla,  quería conservarla.

-Te amo Sasuke, te amo tanto. Por favor, acéptame.- Naruto dijo mientras se acomodaba en el hombro del azabache, mientras que sus brazos lo estrechaban mas al cuerpo del rubio.

-¿Pero Hinata?

-Su beso no significa nada, ella estaba celosa, vio a su ex novio con una chica y para darle celos, me beso.

Sasuke se puso pálido, más de lo que ya era. Todas esas semanas perdidas, solo por pensar  que el  rubio era igual que su ex.

-Yo...- Sasuke tratar de disculparse pero los labios del rubio lo interrumpieron. Ambos corazones empezaron a latir rápidamente , Naruto estaba alucinado con la boca de Sasuke y este, a pesar de estar sorprendido al inicio, después empezó a corresponder el beso,  mientras sentía un calorcito surgía de su pecho.