Ramen sabor Cereza [NaruSaku +18] [✓]

Día 9: El misionero

La pareja más unida de Konoha, estaba en su habitación en una sesión de besos y caricias que tenían después de estar tiempo sin verse

Los dos estaban acostados en la cama, Naruto la besaba cada vez más profundo mientras se levantaba levemente para abrazar su pierna a la de ella y colocar su rodilla entre ambas extremidades de la mujer

El Uzumaki se empezó a levantar lentamente apoyándose en la rodilla que colocó debajo de la entrepierna de su pareja

El hombre a medida que se levantaba acarició la pierna de la mujer que seguía besando

El de ojos azules dejó de besarla por un momento y ambos se miraron a los ojos

—Sakura-chan...— pronunció a punto de pedir permiso para seguir

La de ojos verde jade lo vió y afirmó levemente al mismo tiempo que la mano del de tes bronceada subía a su cadera

Naruto estaba encima de ella apoyado en sus rodillas, se bajó el cierre de su suéter y después quitó el cabello que se posaba en la frente de su pareja, le besó levemente y se dirigió a su pantalón para desabrocharlo arrodillado

Sakura bajó el cierre de su falda pero el rubio la paró

—Yo lo haré— dijo terminado lo que Sakura estaba por hacer

—Naruto— llamó

Simultáneamente el oji-azul tenía a la vista la ropa interior blanca de su pareja y tocó esa zona casi inmediatamente

—Ah...— soltó la chica —No hagas eso— pidió pero muy al contrario de hacer caso el rubio colocó tres de sus dedos en la parte más íntima de la zona

Frotó éstos encima de la ropa que era suave y cómoda al tacto haciendo que su miembro empezará a levantarse y los sonidos jadeantes de la Kunoichi no hacían más que los bóxers del hombre se abultaran más

El Uzumaki dejó de usar sus dedos, le abrió las piernas a la peli-rosa y alineó ambos cuerpos para que sus genitales de tocaron aún con la tela en medio

Él soltó un pequeño suspiró mientras su pareja respiraba un poco más rápido

Naruto no pudo más y bajo su última prenda posterior, al igual que la de Sakura, se colocó en posición, alineando su falo en la cavidad íntima de la contraría

El rubio puso sus manos a la altura de la cintura de la mujer para apoyarse para después levantar una para usarla al adentrarse

El oji-azul sin previo avisó introdujo su miembro en su pareja que se estremeció un poco

—Idi...Idiota...— soltó enojada y sonrojada

—Perdón— se disculpó el oji-azul empezando a moverse

—De... deberías decirme que harás,...ah...— comentó entre jadeos

—Voy a moverme más— anunció jalando su cintura en la dirección a la mujer —Quiero ir más adentro...— soltó con una respiración caliente subiendo sus manos a la altura de los hombros de la mujer

Introdujo su sexo más adentro efectivamente y se quedó un momento ahí, mirando el rostro de su pareja que parecía sentir un poco de dolor

El oji-azul colocó su mano debajo de la blusa de la mujer y poco a poco fue adentrandose en ella, cosa que le llamo la atención a la mujer

—Naruto...ah— gimió la oji-jade dirigiéndo la mirada al hombre encima de ella

—Me voy a mover, Sakura-chan— anunció sacando la mano del lugar donde estaba

Se alejó un poco de ella y la penetró de nuevo, así fue subiendo las estocadas dejando a veces que su falo saliera un poco y lo volvía a introducir haciendo gemir cada vez más alto a la adverso

—Ya...— exclamó sintiendo llegar a su terminó

—¡Naruto! Afuera— pidió dándose cuenta que ninguno estaba usando preservativo

El de tes bronceada salió de ella y soltó su esperma en las sábanas en que ambos estaban acostados

Naruto estaba un poco desepcionado, nunca podía terminar adentro porque siempre se olvidaba de usar condón

Sakura estaba exhausta habiendo terminó antes que él

El oji-azul hizo un puchero, Sakura se levantó y puso su falda para tapar su desnudes

—Si serás tonto, Naruto, no podemos tener hijos aún, ni siquiera te he presentado formalmente a mis papás—

—Lo sé— aceptó dándole un beso en la mejilla a su pareja —Mañana, será—

—No— negó firme la mujer —Sera cuando sea el mejor momento, tal vez después de...— mencionó callando de pronto

—¿De casarnos?— cuestionó emocionado el rubio —¿Eso era lo que ibas a decir? Sakura-chan— con la misma energía formuló y se subió la ropa de abajo

—Claro que no— mintió y le lanzó una almohada a el ilusionado oji-azul