Tanto esperé ese whattsapp, lo esperé tan desesperadamente que hasta creía que llegaba.
Mi cabeza rebobinaba las últimas horas del día, recordando cada minuto, cada segundo.
7:30 A.M. La despido con un beso en la puerta de la escuela, no puedo creer que esté tan grande. Me promete que cuando salga me escribirá y me quedo más tranquila. Vuelvo a casa rápidamente, sólo son cinco cuadras.
La mañana pasa rápido entre cosas pendientes, la música de la radio inundaba mi cerebro haciéndome creer que todo iba a estar bien.
11:30 A.M. Ya estoy terminando la comida. Su comida favorita, ella me la pidió hace ya varios días y ya era hora de hacerla. Si ella es feliz, yo soy feliz.
12:00 en punto me llega un mensaje: "Ma, ya salí". Voy poniendo la mesa mientras le contesto: "Okay, avísame y te abro".
Me siento en la mesa a esperar. 10, 15, 20 minutos y nada...
La desesperación me inunda el cuerpo y pienso, ¿se habrá quedado hablando con alguna compañerita? Sí, debe ser eso, solo tiene 11 años, ¿Qué más podría estar haciendo?
1:00 P.M. Suena el celular. Al fin está afuera pienso, tomo el teléfono y lo miro, pero no es mi niña...
Hola, ¿señora?, encontramos el cuerpo de su hija...-Dijo la voz del 911.
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Tanto esperé ese whatsapp
Short StoryUn microcuento relatando el dia a día de muchas mujeres en la actualidad